Llego a casa satisfecha después de una hora de body pump intenso en el gym.
Los whatsapp sacan humo de buena mañana. No te pongas nerviosa, Tiffany. Paso a paso. Polvo a polvo.

“Hola Tiffany, ¿te va bien mañana sesión de sexo a lo canguro?”

Roberto es más un amigo que un cliente. Estoy unas dos horas con él y se hacen cortas. Siempre tiene a punto su humor irónico. ¿Como será el sexo a lo canguro? Imagino saltando y follando a lo bestia. Roberto es un fan de los Apartamentos Oceanía situados en el centro de Barcelona en Consell de Cent 430.

“Sobretodo Tiffany, ¡trae el maletín!”

Jajaja, el famoso maletín que contiene una serie de artilugios de todo tipo para dar placer.

Roberto me espera en la habitación tropical de Oceanía. Todo un flash. Va vestido con bermudas y camisa hawaiana que ¡hacen juego con el palmeral de la pared! No se si es hortera o kisch pero me encanta.

“¿Has traído el arnés, muñeca?”
“¡Aquí tienes el último modelo con un cinturón especial de cuero y con una polla de 20 cms!”

“Quiero que me folles tu con el arnés por el culo saltando como los canguros y después me la chupas un poco…”

Me desnudo mientras Roberto disfruta de los preliminares. Chupa el arnés el muy guarro. Pongo un poco de vaselina en su culo y lo embisto directamente.

“Uahhhh que pasada, ¡que bien follas guarra!”

“El guarro eres tu, con un tipazo como el mío y yo a dos velas y follándote a ti por el culo pegando unos saltitos ridículo!” A Roberto le gusta que le meta caña…
“No pienso tocarte el coño hoy ¡Sigue saltando cabrona. Viva Australia!”

Cada vez es más caprichoso Roberto. Me encanta complacerlo y disfrutar de un cliente tan variado.
Después de un buen rato de excitación máxima, cojo su polla con la boca y no me dura ni un minuto. ¡Una corrida impresionante!

“¡Nunca te habías corrido así, cariño!”
“Este arnés es mágico. ¡Nunca me habías follado así, Tiffany!”

Mis clientes saben lo detallista y servicial que soy. ¡Servicio a la carta con platos de todo tipo! Incluso de canguro.

Por Marcel Marata