¿Qué pasa  si aplicamos los beneficios y técnicas de la meditación a la sexualidad de pareja? ¡Agarráos que aquí viene el sexo consciente!

Quienes lo practican ya lo saben: meditar reduce el estrés, aumenta la concentración, combate la ansiedad y la depresión y, en general, mejora el bienestar psico-físico.

Entonces, ¿por qué no aplicar esta técnica milenaria también en el terreno sexual? De ahí nace el Mindful Sex nace, es decir, el sexo consciente, que utiliza la meditación para ayudarte a concentrarte en tu placer.

Al eliminar los pensamientos intrusivos inapropiados, el cerebro queda libre para concentrarse solo en el placer que el cuerpo siente, llegando así al orgasmo más fácilmente.

Esto puede resultar muy obvio, pero no lo es tanto, ya que una encuesta realizada por Public Health England reveló que el 49% de las mujeres entre 25 y 34 años seguran tener falta de deseo sexual precisamente por fustrarse en la búsqueda exasperada del orgasmo, lo que les hace perder de vista el verdadero objetivo del sexo … ¡el placer!

El Mindful Sex, por otro lado, y según la psicóloga y psicoterapeuta británica Kate Moyle, permitiría volver a centrarse en el placer como un fin en sí mismo, en las sensaciones del cuerpo y en las de la pareja, eliminando cualquier distracción de lo que nos rodea.

Según la doctora, el punto fundamental para disfrutar plenamente de la experiencia sexual es dejar de concentrar todo el placer en la penetración. Ella recomienda los abrazos y los juegos previos para entrar en conexión profunda con los sentimientos. Y si este proceso de exploración termina con un orgasmo, incluso antes de la penetración en sí, ¡Alavado sea el señor!

A través de Mindful Sex, se llega a un estado total de relajación y se mejoran las sensaciones corporales, viviendo las emociones de manera profunda y conectándose con ellas sin pensar solo en los aspectos mecánicos.

Así que si te faltaban razones para empezar a meditar, ¡quizás estas te hayan acabado de convencer!

 

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