Las primeras citas son muy emocionantes. Para el que no haya experimentado alguna desde hace mucho tiempo, se lo recomiendo encarecidamente. Sube la moral, vuelven esos nervios en el estómago que hace tanto tiempo que no experimentas, tienes que mirarte al espejo si hace mucho que no te miras…. en fin, hace que te sientas vivo. Si además esa primera cita, va bien… levitas, ¡¡literalmente!! Pruébalo.

Una de mis últimas primeras citas ha sido esta que os cuento hoy y además, me hace especial ilusión publicarla con la versión del otro lado, la versión del Amante Ideal, la versión del hombre que tenía enfrente de mi que también lo ha escrito para mi, para vosotros. No os lo perdáis…. ¡creo que os encantará!

ESTEFANÍA

El Amante Ideal

Se propuso un concurso en Gleeden y consistía en encontrar al amante ideal….cuando lo leí, decidí encontrarlo y hacer mi propio casting particular, pero sin presión. Que morbazo, follar con él amante ideal, ¿no creéis? ¿Como lo habían elegido? ¿Cual había sido el proceso de selección? ¡Y que mas da. Vamos a divertirnos!!

Cada día iban dando una pista para encontrarlo y yo permanecía muy atenta a ellas. Al segundo día de hablar con uno de mis hombres me di cuenta que las pistas coincidían  y me aventuré a participar en el concurso enviando mi propuesta, por si podía optar al premio…..un fin de semana de ensueño. ¡Jo, lo que toda mujer desea! un fin de semana completo satisfaciendo todo tipo de necesidades. Ese hombre, ademas, había llamado mi atención por lo que ponía en su perfil…algo así como que «no te quedes con la curiosidad y pregunta» … y pregunte, ¡claro! Me lo había puesto a huevo. A una mujer curiosa, como yo.

Me contestaron diciendo que, efectivamente, lo había encontrado, Rodrigo era el Amante Ideal. Para entonces, nuestras conversaciones ya habían ido más allá del a qué te dedicas y por qué zona de Madrid vives, incluso ya nos habíamos escuchado la voz. Desde el primer día hubo conexión entre nosotros. No puedo explicar muy bien que es, pero el día que contactamos por primera vez, yo ya deseaba leer sus mensajes y creo que él los míos también. Al tercer día, creo, había buscado un hueco y habíamos hablado una mañana como si nos conociéramos de toda la vida, los dos tuvimos esa sensación y, ¡¡me encanta!! No sucede muy a menudo.

El también escribe relatos eróticos y yo le había pedido que escribiera sobre nuestro primer encuentro. Escribió una introducción y me invitó a que siguiera yo escribiendo como me gustaría que siguiera, y así….caldeamos la relación….muy caldeada.

Bien, pues llegó el momento de conocerse. Nuestra excitación subía por momentos, a mi no me hacía falta nada más que escuchar su “Buenos días, bruja” para mojar mis bragas y que, si la situación lo permitía, buscara un orgasmo para ofrecérselo a sus oídos, lo que a él le excitaba mogollón….según me decía, claro.

Tras un intento fallido, por cambio de planes de última hora, pudimos quedar una mañana en una cafetería. El día del intento fallido me preocupé de mandarle una foto de la ropa interior que se había perdido por no haber podido quedar, jejejeje ¡que mala soy! Llegué antes que él a la cita, pero eso no lo sabía. Soy malísima para reconocer a alguien y siempre pienso que me voy a confundir, así que espero que ellos se acerquen a mi. Me quedé en la barra, me pedí un café y me puse a contestar e-mails y llamadas que tenía pendientes. Antes, le escribí un mensaje: ¿dónde estás? ….sin respuesta…. A los 10 minutos apareció un hombre delante de mí, con su cartera de trabajo, abrigo largo, pelo canoso y una sonrisa muy bonita…. y que parecía que dudaba también en acerarse. “Buenos días” …se acercó dubitativo, giró su rostro para darme un beso en la mejilla, pero no lo suficiente…alcanzando la comisura de mis labios. En el otro lado ocurrió lo mismo pero se acercó un poco más al centro de mis labios. «¡Has llegado antes que yo, está el tráfico fatal!” Habíamos elegido uno de los días más lluviosos para quedar, y eso en Madrid, es horrible para el tráfico.

“¿Nos sentamos en una mesa?” Le dije

“Si, vamos”

Pidió su café, cogió los dos, me pregunto qué mesa me gustaba y le dije que la del rincón, dirigiéndome tras él con mi bolso y su cartera en la mano. Uno enfrente del otro. Nos gustamos pero no queríamos demostrarlo todavía ninguno de los dos. Él me pidió disculpas para enviar un mensaje de trabajo y yo aproveché para lo mismo. Intercambiamos unas cuantas frases sobre un encargo profesional que me había hecho un par de días antes para ir cerrando temas y nos quedamos mirándonos uno al otro, con atención, con tensión. Yo sonreía y él también….me pregunto que qué tal, si mejor o peor de lo que me había imaginado y le dije que muy bien, ni mejor ni peor. Él contesto que se moría de curiosidad por saber lo que había debajo de mi ropa. Ufff….¡ya empezamos a mojar braga! Vestía una falda negra corta y estrecha con una camisa de seda fucsia y sobre ella un poncho negro. Así que me pregunto que si mi camisa tenía botones, mientras se mordía el labio. Que sonrisa mas picarona tiene…¡me encanta! “¿Sabes que estoy haciendo una locura, verdad?”, me dijo mientras no le prestaba mucha atención a eso.

“Dime, que te ha traído hasta aquí?”, dijo Rodrigo

Sonreí y también me mordí el labio… “¡Tú!”

Él estaba deseando oír eso y siguió sonriendo, mientras yo acerqué mi mano hacia la suya…¡la tenía helada! Ya nos habíamos bebido el café y me preguntó que si quería otro, le dije que sino se le ocurría otra cosa….al no ver intención, creo que necesitaba tiempo para digerir y le hice pedir otro café, con la condición de que se tenía que sentar a mi lado para bebérselo y accedió, claro. Para pedirlo, tuvo que esperar un par de minutos porque su empalme era muy considerable y llamativo. No nos habíamos hecho nada, no habíamos dicho nada especial y estábamos los dos excitadísimos. Uno al lado del otro, la perspectiva era diferente, muy diferente. Estábamos deseando besarnos pero yo quería que él diera el primer paso y el se hacía el duro….estábamos viviendo un duelo en toda regla…jajajaja

Decidí poner mi mano en su pierna y sentirlo, le acaricié, me acercaba a su polla cada vez más, y mi cara a la suya cada vez más. Le apetecían mis labios, me lo dijo y llegó el primer beso que encharcó mi entrepierna. Largo beso, bonito, besa muyyy bien. Una de sus manos, no se muy bien cómo, accedió a uno de mis pezones haciéndome suspirar… estábamos sobrando allí. Estábamos en un sitio discreto pero ya no era nuestro sitio así que decidimos ir a un hotel. Que casualmente estaba a 3 minutos andando de la cafetería…y dice que él ¡no lo sabía! Jajajaj había decidido él el sitio…. en fin, divertido. Ese, “uy, pues no me había dado ni cuenta” cuando me lo dijo….no termine de creérmelo, la verdad.

La subida a la habitación en ascensor fué excitante. Él se acercó a mi y me regaló un beso apasionado de los que no quieres que terminen nunca. Creo que el ascensor fue demasiado rápido….

Entramos en la habitación, dejamos las cosas encima de la mesa….los abrigos, …. mi poncho…nada más. Yo quería que él me descubriera. Acercamos nuestras bocas con mucho deseo, no habíamos soltado todavía nuestras ganas y ahora era el momento, ardíamos…. fue desabrochando uno a uno mis botones y abrió mi camisa. Sus dedos comenzaron a masajear mis pezones, duros como piedras, mis jadeos iban en aumento, el placer me llegaba al interior de mi coño, se conectaba por dentro con mis pezones, ¡¡no lo puedo controlar!! Es como si me tocara el mismo clitoris, mi excitación  de 1 a 1000 era de 2000…. me voy a correr, lo grito, me agito, me restriego contra el… ¡¡ahhhhgggggg madre mía!! ¡¡Que orgasmazo!! Ufff. Seguíamos besándonos y lo intentó de nuevo, debe ser muy satisfactorio para un hombre cuando una mujer se corre simplemente con tocarle los pezones…. así que cambió su ritmo y su toque en ellos, pero me encantó enseguida otra vez y me volví a correr gritando y disfrutando muchísimo… no pude ocultar mi cara de sorpresa cuando me dijo que él también se había corrido. ¡¡No puede ser!! No le he tocado un pelo, ¡todavía! Así que decidí comprobarlo con mi mano. Su pantalón, empapado, era verdad… ¡¡se había corrido!!

Comenzó a desnudarme de cintura para abajo.  Bajó mi falda hasta el suelo, me tumbo para quitarme las botas, me quito las medias,me contempló por un momento con mis braguitas puestas exclamando ¡puf, están empapadas!!  Y me las quitó con cuidado. Me dejo en el borde de la cama y después de quitarse su ropa, se acercó con cara de vicio hacia mi entrepierna. Me besó la cara interna de los muslos, agarró mis caderas y sentí su lengua y sus labios saboreándome, bebiéndome todo mi placer. Mi clítoris estaba hinchado, complacido y esperando seguir siéndolo, así que comencé a gemir, sentía un placer muy intenso con la boca de Rodrigo en mi coño y volví a alcanzar el climax, sacudiendo mis caderas.

“¿Qué quieres qué haga ahora?”

“Quiero que me folles, así, tal y como estoy”… pero me tuve que mover, necesitaba un condón. Se lo di y volví a ponerme en la misma posición. Me parecía demasiado pronto para que estuviera recuperado y pudiera follarme pero se lo colocó, enfilo la punta de su polla a mi entrada y la metió muy bien metida. Entraba y salía muy bien, me llenaba, me puso cachondísima de nuevo. Había pensado en ese momento muchas veces y ahora lo estaba viviendo, tenía su polla dentro de mi, me estaba follando y me estaba gustando, mucho. Me volvía loca por momentos, agarré su culo para que entrara más en mi, no le quería dejar escapar. Su cara era de éxtasis total yo no aguantaba más. Le iba a regalar otro orgasmo con él dentro, moví mis caderas mas rápido, llevábamos un ritmo acompasado que se aceleró mucho hasta que yo grité que me corría y él lo hizo a la vez. ¡¡Que máquina!!

En ese momento paramos los dos, nos faltaba el aire. Habíamos estado muy ansiosos hasta ahí y necesitábamos respirar….sobre todo yo…que no sé si he perdido la cuenta ya de cuantas veces me he corrido.

Nos tumbamos un junto al otro y comenzamos a besarnos. No podíamos dejar de sentirnos en contacto, se está tan gusto así. Los besos empezaron a subir de intensidad en poco tiempo, mientras le acariciaba la parte trasera de su cabeza y me decía que le encantaba que lo hiciera y nuestra excitación volvía. Me dijo que me diera la vuelta y me tumbo boca abajo. Se tumbó sobre mi besándome el cuello por detrás mientras notaba todo su cuerpo….hmmmmm, que gustito. Su boca fue accediendo a partes de la espalda, me ponía mucho… y me dijo que me iba a follar otra vez. Se colocó la funda y vino a por mi coño por la parte de atrás. Mientras le esperaba, me ponía más y más cachonda…no podía creerme su capacidad de recuperación… ufff, hoy había poco tiempo pero una noche entera con él puede ser prometedora. Bueno, dejemos de fantasear y centrémonos en el momento. Acercó una almohada para ponerla bajo mi barriga y que me follase mucho mejor y lo hizo. Me la clavó desde detrás, pero no se mantenía dentro … entre otras cosas porque mi grado de encharcamiento era tal, que todo los que se acercaba por allí resbalaba de forma importante. Quise ponérselo más fácil y me puse a cuatro patas y me acerqué al borde de la cama. Métemela ahora, fóllame… lo hizo, la metió y bombeó unas cuantas veces, yo me tocaba para correrme otra vez. En ese momento giré mi cabeza y me pude ver en un espejo como me estaba follando…. uffff, ¡¡que rico!! Veía como entraba y salía, su cara de placer, sus manos recorriéndome. Que placentero es que te follen por detrás y estar viéndolo. Me estaba encantando, pero claro, él no se había recuperado del todo.

Gateé hacia el cabecero de la cama y me tumbe mirando al techo con mis piernas muy abiertas, invitando a que metiera su cabeza entre ellas. La invitación surtió efecto y a los pocos segundos le tenía muy cerca, sentía su aliento en mi coño, lo hacía muy bien, hacía que sintiera necesidad de notarle en mis partes y cuando lo hizo me estremecí de arriba abajo deseando su lengua, sus labios, su barba de tres días rozando mi sexo para darme muuuucho placer. Mientras hacía todo eso, tenía sus manos ocupadas en mis pezones y, claro, consiguió otro gran orgasmo. Lo chillé, lo gemí, lo grité, lo sudé, lo sacudí….me libero…lo hago de verdad. Mis orgasmos son una liberación para mi, estoy convencida que son terapia y que nivelo todo mi ser con ellos. Llevaba ya unos cuantos. Me lo estaba pasando tan bien…

Recolocándonos en la cama bromeamos sobre si le iba a nombrar mi follador  de cabecera….Mmmmm Follador de cabecera!! ¡¡Que bien suena.Y ha conseguido hoy muchos puntos!! Voy a valorarlo muy en serio…si él quiere, claro.

Rodrigo se tumbó a mi lado mientras le decía que podía estar así todo el día, el me contestó que también… mientras su mandíbula aguantara jajajaj…tendremos que realizar cambios posturales para que no se vea afectada y pueda seguir dándome mucho placer. Su polla no tenia vida. Le había podido el ansia al principio pero, aún así, yo estaba muy satisfecha. Mi reto en ese momento… que se volviera a correr. Así que metí su verga en la boca, la chupé, la babeé, la succioné, poco a poco, con mimo, con cuidado. Acariciaba sus huevos mientras tanto y aquello iba tomando forma. Me encanta que crezca en mi boca y lo hizo, lo hizo. Se puso dura como una piedra. Yo seguía babeándola, chupándola, subiendo y bajando con mi mano mientras lo hacía. El, con los ojos cerrados estaba gozándolo de verdad. Me dijo que le venía y me empeñé un poco más. La saqué de mi boca y la meneé rápidamente, ordeñando esa polla tan dura que había conseguido por mis propios medios en unos minutos. Se tapó la cara con las manos, como sino quisiera ver que se iba a correr delante de mi y borboteó su semen resbalando por mi mano. Bajé el ritmo, dejé que saliera todo, la chupé para limpiarla y subí mi cabeza a su altura para darle un beso y que me recibiera bajo su brazo. Nos habíamos quedado muy satisfechos. Yo no quería mirar ni el reloj porque sabía que me tenía que haber ido a una reunión hace ya un rato.

Llevaba un mes muy malo, mis folladas habían sido fatales y Rodrigo me había apañado el mes jajajaja. Ha subido la media considerablemente y es que, no es para menos… ¡había follado con el Amante Ideal!

Por 40 Historias de Sexo

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