Abordar tus deseos sexuales con tu pareja puede dar miedito y requerir una buena dosis de coraje. Sin embargo, hablar de ello puede ayudar a lograr un alto nivel de intimidad y es muy saludable ¡Así que a superar la vergüenza!

No hay receta milagrosa para ser feliz en pareja. Pero sí es verdad que tener una vida sexual satisfactoria es de gran ayuda. Para alcanzarla es muy importante expresar tus deseos sexuales libremente con tu pareja. Pero, ¿cómo abordar el tema? Simplemente expresenado tus deseos y fantasías, incluso las más vergonzosas, poner todo eso en palabras y sin ataduras, estás hablando con tu pareja, con quien, al fin y al cabo, deberías tener la mayor confianza. Y si todavía no la tienes, ¡esta es una manera de  fortalecer vuestros lazos!

En general, las fantasías sexuales suelen ser un tema «tabú», por temor a escandalizar a la pareja o incluso a sentirse ridícula … Para expresarlas, uno debe ser valiente y superar sus propias barreras psicológicas. ¡No hace falta empezar contándo tus ideas más descabelladas! Cultiva tu jardín secreto y expresa solo aquello que pueda traer algo de intensidad erótica a tu vida sexual, y poco a poco ve subiendo de nivel.

Expresar tus deseos sexuales: ¡un ejercicio liberador para la pareja!

La intimidad es la extensión natural de la sexualidad y, para entenderse a uno misma, es esencial saber y hablar de lo que a una le gusta. ¿Qué posición es la más excitante, qué práctica aborreces…? ¡Una buena dosis de COMUNICACIÓN es necesaria para acceder al placer. Tu pareja no es adivina! Tienes que expresar tus deseos claramente con palabras precisas. «Quiero esta posición», «Me gusta cuando haces esto»: ¡todo esto puede aumentar la emoción o incluso reavivar la llama de la pareja!

Hablar de los deseos sexuales: ¿por qué es tan complicado?

Los hombres a menudo están obsesionados con el tanaño de su pene y el nivel de su  rendimiento. Creen que para satisfacer a su pareja siempre deben de estar dispuestos, y con un miembro duro, grueso y especialmente largo … ¡Un difícl cliché! Y una fuente de ansiedad (adicional) para el hombre que merma su confianza bajo el edredón. Y esta falta de confianza en sí mismo puede hacer que se malinterpreten nuestros deseos y fantasías, ya que lo pueden entender como que nos aburrimos con ellos o estamos cansadas de lo mismo. ¡Cuidado con eso! Hay que saber con quién estamos hablando en todo momento, como expresarlo y hacerlo de forma que sume y no reste al entendimeinto sexual de la pareja.

Por su lado, las mujeres también se resisten a hablar libremente sobre el sexo, por el miedo (erróneo) a pasar por mujeres demasiado abiertas o «fáciles». Prefieren guardarse sus fantasías para que su pareja no las malinterprete o las tome por una «cualquiera». ¡Craso error! El intercambio de opiniones y la comunicación son fundamentales para una relación sana y fuerte.

Sin embargo, lo que funciona para algunos, no funciona para otros. Cada cuerpo es diferente y algunas posiciones sexuales son más «agradables» para unas persona y no para otras. ¡Ahí reside el hablar y entenderse!

Consejo extra: habla de lo que te gusta y de lo que no, pero evita hacerlo durante el acto (o justo después) para evitar las sensibilidades…


 

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