Quiero entrar en la habitación a oscuras y dejarme guiar por la voz de ella. Imagino que llego al centro de la habitación y me desnudan cuatro manos, me ponen un pañuelo en los ojos y me tumban en la cama, entonces oiré como encienden la luz y empezaré a sentir las manos, los labios las lenguas… recorriendo mi cuerpo, sin saber quién es en cada momento, ni qué será lo siguiente que me harán, ni donde volveré a sentir que me tocan, que me acarician, y harán que tenga un orgasmo brutal porque a las caricias, chupar y lamer… se unirá el morbo de no saber quién me lo hace.

Pero después me quitarán el pañuelo y seré yo quien le pedirá a él que se siente y observe y que me deje disfrutar de ella. Quiero recorrer cada rincón de su cuerpo con mis manos, con mi lengua… quiero acariciar esos pechos y metérmelos en mi boca y mordisquear sus pezones, quiero pasar mi lengua por su rajita y probar esos jugos que chorrearan por su entrepierna, quiero oírla gemir y jadear y beberme su corrida.

Y él estará mirándonos y le pediremos que se una a nosotras porque quiero que mientras yo me esté comiendo el coñito de ella… él me folle a mí y le mire a la cara a ella y vea como goza.

Pero también quiero que ella me lo coma a mí, mientras él disfruta de su culito… e imagino como ella y yo hacemos un 69 mientras él nos folla a una de las dos. Y quiero comerle la polla a él, mientras ella nos mira y se masturba y cuando él se corra, lo imagino haciéndolo encima de las dos.

Quiero hacer más cosas… imagino cada día el encuentro de manera distinta… solo estoy deseando que llegue ese día… lo demás vendrá solo y sin forzar y, además, está lo que ella imagina que ocurrirá, e incluso él aportará algo nuevo y me muero de ganas por saber que imaginarán ellos de nuestro encuentro.

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