Bueno, me ha dicho Jade que escriba lo que recuerdo de nuestro encuentro, le he dicho que yo recordaba los detalles, espero que no me traicione la memoria y ahora ella piense que me estaba tirando el pisto. Intentaré no fantasear, pero será mi percepción, espero que le guste, ella luego preparará su versión si esto que escribo le refresca bien la memoria. He de reconocer que a medida que empiezo a escribir y a intentar rememorar siento cierto cosquilleo y me voy excitando, a ver que tal me queda y si no se me va la pinza con la excitación (lo sé, estoy fatal de lo mío).

Por fin llegó ese dia que tanto había deseado… iba a “estar” con mi querida Jade, y en un hotel de esos para parejas en los que yo nunca había pensado que iba a estar, ufff, todo para mi era emocionante y morboso. Nos acompañaron a la habitación y por fin nos quedamos solos, joder que ganas tenía de estar a solas con ella, en privado. Creo que me acerque para besarla, estábamos de pie, cuando le sonó el móvil y me pidió por favor que esperase un momento, el móvil es una de sus herramientas de trabajo más importante, así que me quedé calladito esperando a que acabara y cotilleando la habitación, el jacuzzi, la cama redonda, los condones en la mesilla, el baño, estaba claro que era una habitación para follar, jajaja, eso también me daba morbo. Su conversación se alargaba un poco, yo estaba impaciente, incluso me dieron ganas de empezar a acariciarla mientras hablaba por teléfono, pero me contuve, paciente y deseoso.

Por fin termino de hablar y me pidió perdón por hacerme esperar y como para compensarme y no dilatar más la espera, se quitó la ropa sin casi yo darme cuenta. Me dijo “voy un minuto al cuarto de baño” y yo, mientras, me desvestí, no recuerdo si en ese momento ya estaba muy excitado y con la polla dura, si que puedo decir que ahora mismo lo estoy recordándolo. Cuando volvió me aproximé a ella de nuevo, para seguir besándola, ahora estaba desnuda, desnuda para mí, ummmm… pero me dijo amablemente ¿no vas al baño? Yo sin decir ni mú, y enfadado conmigo mismo por no haber ido por iniciativa propia (imperdonable, los nervios de la primera vez, en fin, espero que ella me haya disculpado por este lapsus), fui al baño y me aseé para estar bien limpito y apetecible para ella. Volví a la habitación y ella estaba colocando una toallita sobre la cama, más o menos donde pensaba que quedaría su coñito una vez metidos en faena, y yo recordé como me había hablado de sus eyaculaciones, y eso me excitó, quería darle mucho placer, y conseguir provocarle una pero no estaba seguro de si lo lograría, hacía tanto tiempo que no tocaba a una mujer… bueno sigo… no recuerdo si después de colocar la toallita se sentó o se tumbó boca arriba, solo se que yo me lancé a besarla, cuanto deseaba tenerla desnuda para mí. Nos besamos primero tiernamente, poco, jajaja, para dar paso a unos besos más lujuriosos. Su cuello me atraía, la había besado muchas veces en el cuello por el chat, sabia que le encantaban los besos en el cuello y la besé a gusto, mi lengua recorrió su cuello de arriba abajo tres veces, por lo menos. No sé si yo iba muy rápido, quizá un poco, me dejaba llevar por el deseo, me deslicé sobre su cuerpo, hacia abajo, para poder besar sus pechos y acariciarlos durante unos instantes, luego seguí deslizándome para llegar a su coñito. Me coloqué entre sus piernas y empecé a besarle la parte interna de los muslos, pasé mi lengua varias veces por su rajita y, si no recuerdo mal, ella en esos momentos empezó a gemir, a hacer ruiditos, ummmm… madre mía.

No sé si ella veía mi polla en esos momentos, creo que no porque estaba concentrada en otra cosa, pero estaba dura como una piedra, palpitante. Le comía el coñito, que rico estaba, joer, rico y muy mojado. En un momento dado empecé a introducir uno de mis dedos en su vagina, creo que ella me dijo, “méteme dos” y luego “pónlos así” y me enseñó con su mano como hacerlo. Entraron bien, estaba muy lubricada, muy mojadita, y empecé a follarla con los dedos, primero despacio y luego con más intensidad y rapidez, ella gemía, decía “ayyy” “ahhh”, “umm”, “bufff”, en uno de sus “ays” le pregunté, “¿te hago daño princesa?” y ella me dijo “nooo, me encanta, ¿no lo ves…?”, uffff, me fijé entonces en su coñito y lo vi, eyaculaba, un chorrito salía disparado de su vagina y me mojaba la cara, eso me puso a cien y continué sacando y metiendo mis dedos rítmicamente, haciéndolos girar sobre si mismos a veces, y ella soltando un chorrito cada dos por tres, su vagina se contraía de vez en cuando aprisionando mis dedos, pero cuando se relajaba yo comenzaba a follarla de nuevo. Creo que ella estaba disfrutando de lo lindo, yo la miraba a la cara de vez en cuando, quería ver sus expresiones de placer, y yo estaba encantado de poder proporcionarselo, de ver su chorrito, de empaparme los labios con él. De vez en cuando pasaba mi lengua y acercaba la boca, creo que incluso en un momento dado ella me dijo “bébetelo”, uffff.

No sé cuantas veces se corrió, en un momento dado incluso me preguntó: “¿no te cansas?” y yo le dije que no, “¡¡¡me encanta esto, ver como te corres, es genial!!!”. No se si fue en una pausa que hice o por que ella me paró, me dijo: “Fóllame, ¿no ves como me tienes de mojada?”. Así que me puse un condón diligentemente y penetre con mi polla su coñito mojado. En la postura del misionero, la follé, mientras nos mirábamos a los ojos. «Paremos un poco que me tienes agotada», me dijo, y nos tumbamos unos instantes hasta que ella se recuperó, se incorporó un poco y soltó: “¿qué quieres qué te haga ahora?”, yo sonreía y no decía nada, “tu que crees” le dije, “me encantaría que me la chuparas”… ella sonrió y se puso a ello, se la introdujo en la boca y empezó a mamarmela suavemente, que rico joe, su cabeza subía y bajaba y de vez en cuando levantaba la vista para mirarme y nuestras miradas coincidían, aunque yo no podía concentrarme mucho en su mirada porque me moría de gusto, uffff, verla mirarme con mi polla en su boca, ufff, no sé como no me corrí en ese momento, mientras me la chupaba. Cuando estaba casi a punto de hacerlo hice un esfuerzo de contención y me incorporé para que parara (para no correrme yo todavía) y le dije que quería follarla a cuatro patas. Cogimos la posición  y follamos a lo perrito (¡¡cómo me gusta así!!) hasta que ya no pude más y me corrí, nos corrimos juntos.

Uffff, me desplomé a su lado satisfecho y feliz y estuvimos charlando un rato desnudos en la cama, ella de nuevo consultando su móvil por si había algo importante, quizá ni se dio cuenta que mientras lo hacía yo le acariciaba uno de sus pechos. Incluso le puso un mensaje de voz a un amigo mientras estábamos tumbados, no recuerdo exactamente que le decía pero si que nos hizo mucha gracia, sobre todo pensar si supiera aquel amigo lo que estaba haciendo en el momento de enviarle ese mensaje. Tuvimos tiempo de sobra para ducharnos, vestirnos y salir de allí, no sé ella, yo desde luego con una sonrisa de oreja a oreja. Aquel encuentro me dejó de lo más relajado y a la vez con un subidón de autoestima por haber sentido y casi bebido sus orgasmos.

A mi no se me olvida, jejej, y como ella sabe, me encantaríarepetir cuando ella quiera, pero la próxima vez empezaremos vestidos, escenificando uno de esos besos largos en el cuello que me llevarán a ir desnudándola…

Por Nueveseisuno

 

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