Masaje erótico-

Después de una buena cena en la cual ante todo destacaría el buen rollo y las risas cuando no carcajadas derivadas de nuestras ganas de estar muy muy a gusto, nos encontramos apurando la botella de vino que tenemos encima de esa mesa… en la cual estamos enfrente el uno del otro… y empiezan sin remedio, las bromas picarescas, las caricias sutiles y las sonrisas cómplices….

En un momento genial con total confianza y que está empezando a coger tintes de sensual, me acerco a ti… tu te quedas quieta, esperándome sonriente pero atenta…. y sin pensármelo te doy un pequeño beso en tus labios muy muy calientes y carnosos… casi de pasada… casi solo rozándolos con los míos en un cuarto de segundo interminable y para toda la vida… mi objetivo era llegar a tu oído y susurrarte… «Quiero que subas a la habitación, quiero que te desnudes entera, que te tumbes boca abajo en la cama y que me esperes tranquila, con una luz tenue y una toalla colocada tapándote el culo…. voy a subir a realizarte uno de los mejores masajes que te han realizado en tu vida…»

Con la sonrisa pícara ya «cosida» prácticamente a tu boca te levantas, coges tu bolso y tus cosas y te encaminas al ascensor del hotel, dispuesta a cumplir con el requerimiento no sin antes, al pasar justo a mi lado, te agaches y con una mirada de deseo contenido, acerques tu boca como para comentarme algo y sin darme ni cuenta, me metas tu lengua en mi boca en un segundo explosivo para mis sentidos… no sé que ha sido más electrizante… si ese beso brutal como de pasada, o la caricia al mismo tiempo que de tu mano he recibido por alrededor de mi cuello… lo mismo o más sutil que el propio beso y que me hace hasta temblar por un momento…

Viendo el resultado satisfactorio de tu beso y caricia en mi cara de ansioso, no pierdes tu pícara sonrisa y te alejas susurrándome… «no tardes cariño…» Aguanto no sé ni cómo unos interminables minutos hasta que me levanto, me recompongo y me dispongo a subir escaleras arriba hacia la habitación donde me esperas relajada… desnuda… Sonríes al verme pasar dentro de la habitación que ya huele a relax…

Me retiro la chaqueta, la camiseta y me quedo desnudo de cintura para arriba… me acerco, y sin mediar casi palabra, cojo un aceite de aroma sensual y empiezo a derramarte unas gotitas en tu espalda… notas el aceite templado… notas como las gotas desperdigadas de forma aleatoria por tu piel desnuda, se deslizan y recorren tu cuerpo como en una caricia pequeñita pero múltiple….

Me vierto unas gotas en mis manos… las poso firmes en tu espalda, a la altura de tu cintura y comienzan a desplazarse hacia arriba… por la columna hasta tu cuello… muy lentamente…. empiezas a notar que no va a ser un masaje cualquiera nada más te recorro el primer centímetro de tu piel ahora ya de gallina…

Bajo mis manos pero esta vez por los costados de tu cuello, un poco los hombros y sobre todo por el costado de tus tetas… masajeando esa zona y bajando hasta el costado de tus caderas… En ese momento, mis antebrazos retiran un poquito sin querer al tocar la toalla posada encima de tu culo… y que ahora, se deja entrever su parte superior ligeramente… como el agujero en una pared que hace que puedas ver o imaginar algo de lo que hay al otro lado…

Sigo con el masaje en tu espalda… mis manos te gustan… resbalan suaves y calientes por tu piel la cual va agradeciendo su paso firme y delicado al mismo tiempo… me recreo en masajearte el cuello, y sobre todo el costado que hace que mis manos acaricien los lados exteriores de tus tetas. Te estas relajando… «despistando»… mi objetivo se esta empezando a configurar…

Ahora vuelvo a derramarte unas gotas de aceite templado por tus piernas…. se oye un muy sutil gemido de agradable placer al sentirlas… Y mis manos empiezan desde tus pies… la base de los mismos y suben muy lentamente por tus gemelos… la parte trasera de tus muslos… siguen avanzando y consigues notar las yemas de mis dedos en la parte baja de tu culo…se han metido ligeramente por debajo de la toalla… y se han «asomado»… quedándote este detalle grabado hasta que se rompe el momento con otro…

Ahora he bajado mis manos por la parte interior de tus muslos… aceitadas y extremadamente suaves, crees sentir, porque dada la sutilidad no estás segura ni siquiera, como las dichosas yemas de mis dedos te han rozado al bajar, la parte exterior de los labios de tu sexo…. incluso sin darte cuenta has acompañado un pequeño gemido a la vez que ligeramente has levantado tu culo… Yo sigo hacia abajo por la parte interior de tus piernas… suavemente… y al llegar, empieza una subida intensa pues notas que voy por la misma parte interior, hacia arriba y no sabes dónde voy a parar…. eso te empieza a poner caliente ya de verdad…más si cabe cuando al mismo tiempo que subo, notas claramente como la velocidad es lenta, la firmeza esta presente y la delicadeza va ganando más terreno…. todo ello hace que ni te enteres que según suben, van desplazándote las piernas hacia fuera, abriéndote y despejándome más el camino…. en mi subida ya no te cortas y empiezas a respirar más rápido… cuando estoy a poco de tu entrepierna, levantas ligeramente el culo para facilitarles la entrada… necesitas que lleguen a acariciarte el coño…

Mis manos se deslizan lentas, y mis dedos, se meten por debajo de tu toalla… avanzan y llegan a la parte exterior de los labios…. entonces empieza un masaje por alrededor de tu coño que se te antoja bestial… Te retiro la dichosa toalla que hasta ahora era mi aliada y que sin ella quererlo, se ha convertido en mi enemiga… un estorbo que me entorpece el trabajo… ahora si te masajeo bien todo tu culo y la parte exterior de los labios de tu preciosa entrepierna… actuando con mis dedos y aún por esas maravillosas paredes exteriores, te agarro el coño suavemente… una mano por cada labio… y aprieto ligeramente para que el efecto resbaladizo del aceite, haga que se libere hacia abajo con un golpecito cuando presionó lo justo…. pellizcando así a la vez que masajeo, toda tu vagina… Cada golpecito, cada vez que te pellizco un poquito tu coño, gimes… cada vez, con más fuerza y cada vez me levantas más el culo… Quieres que te introduzca algún dedo… y lo buscas a tientas pues estas boca abajo, levantando tu coño y buscando mis dedos… orientándolo… lo veo empaparse… tu coño está empezando a chorrear y ahora que me doy cuenta pues estoy muy atento a lo que hago, estas ya jadeando…

Retiro entonces mis manos, «date la vuelta princesa» – te susurro… Cuando lo haces, nuestras miradas se cruzan y es entonces cuando noto tu deseo… las pupilas ligeramente coloradas denotan que ardes… los ojos con mirada lasciva me dicen que se está cumpliendo mi objetivo… te estás empezando a asomar a la puerta del abismo del placer… te estás desbocando y ya no hay vuelta atrás…

Te tumbo, te abro los brazos y las piernas… estás completamente desnuda encima de la cama… con los brazos y las piernas abiertas… te miro… estoy muy muy caliente pero quiero seguir con mi particular tortura… Rocío entonces más horas de ese aceite… por encima de tus pezones las notas deslizarse… por el costado de tus tetas… notas como te caen gotas por la barriga… emites un grito ahogado cuando las notas en el mismísimo clítoris…

Me coloco en el cabecero de la cama donde te tengo tumbada y desde donde la vista de tu cuerpo totalmente desnudo y entregado a mis manos, es como ver a una mujer sedienta… y mis manos, que son las encargadas y las que demandas para calmar esa sed, están consiguiendo justo lo contrario… Si… van calmando esa «sed» tan brutal pero al mismo tiempo, van dejando impregnada en ti, un reguero de deseo contenido que no hace sino, crearte la sensación de que te mueres de esa bendita sed por mucho que bebas… y sigo con mi masaje… dispuesto a verte morir de esa sed… pura y maravillosa tortura de placer… mis manos quieren abarcar tus tetas y las masajean haciendo círculos alrededor de ellas y cerrándose estas en cada masaje, hasta estar masajeándote alrededor de tus pezones… Para acompañar este deleite me acerco a ellos encorvándome y te los chupo con mi boca… gritas de deseo… mientras te estoy acariciando con una delicadeza aplastante tus preciosas tetas, mi boca no para de comerte los pezones de las mismas… saboreándolos… mamando de ellos…

Estás volando… mientras mi boca se queda entregada a comerte las tetas, notas como mis manos van bajando y con la palma de una de ellas, te repaso por dentro de tu coño de arriba abajo…. esa misma mano al subir, se encarga de meterte dos dedos hasta dentro… pero en un tiempo agónicamente largo de pura excitación… has emitido un jadeo muy largo…

Me tienes ahora, masturbándote la vagina a la vez que con la otra mano, te sigo acaparando todo tu coño y te lo acaricio sin piedad de arriba abajo… para seguir con caricias de lado a lado y te noto ardiendo y muy muy empapada… estas también, abierta de piernas completamente… te masturbo, acaricio y te como las tetas todo a la vez y cada cosa más intensa que la otra…. te vas a volver loca si es que no has hecho ya… empiezas a moverte fuerte buscando más masturbación, más dedos… y también empiezas ya directamente a gritar y a suplicar… entro con fuerza y te acaricio todo el coño de lado varías veces y muy firmes para contrarrestar todo lo mojada que estás…

En plenas caricias las cuales te están ahogando, haciendo hasta desmayarte casi, en un momento dado empujo todo tu cuerpo hacia arriba, consiguiendo desplazarte de la cama lo suficiente como para que tu cabeza, te sobresalga del cabecero y se quede sin apoyo, inclinada hacia atrás… Antes de darte cuenta del porque he hecho ese movimiento y sin poder liberarte para nada de un mar de placer que te viene como por olas gigantescas, te introduzco mi polla ardiendo en tu boca… y empiezo a follártela… no sabes cómo has llegado hasta ahí, pero de alguna manera que ni te importa, te ves sumida y sumergida en unas sensaciones brutalmente buenas… te estoy follando con mis manos tu coño, y con mi polla tu increíble y sugerente boca… y notas como todo te entra, tanto por arriba como por abajo, haciéndote quedarte completamente ciega… nunca imaginaste algo así… nunca creíste que el placer se pudiese sufrir… y a la misma vez demandar más de ese maravilloso sufrimiento.

Casi te veo deshidratarte y perder la vista por completo cuando noto en mi mano que está dentro de ti, todo tu líquido ardiendo… te estás corriendo como pocas veces lo has hecho… y encima no puedes ni gritar… porque mi polla está dentro de tu boca… y no para de entrar y salir recogiendo cada milímetro de calor húmedo de ella… te parece que se te va la fuerza y hasta la vida en cada espasmo de tu maravilloso, silencioso e insufrible orgasmo….

Con tus brazos, con tus manos, me coges del culo y mientras te desesperas de pasión y placer puro, te agarras a mí con una fuerza inusitada como una persona que se agarra para no caerse al vacío de lo mejor que jamás le pasó….

No puedo más…. exploto dentro de tu boca como un volcán y no me tengo ni en pie… caigo desplomado encima de tu cuerpo ardiendo mientras noto que te vas bebiendo cada espasmo, cada embestida de mi polla corriéndose sin dilación en ella… me quiero morir allí mismo… tu lengua, me cuida…. y después de haberme dejado medía vida allí, me limpia la polla con suavidad….. dejándome ya totalmente rematado….

Es insuperable, pienso para mis adentros… y me quedo encima de tu piel, con su increíble olor a sexo, lleno de satisfacción… vacío de contenido…

 

Relato erótico ganador del concurso de relatos entre los usuarios de Gleeden.com: por wd666