Cuando una parte tiene una libido más alta que la otra dentro de la pareja, pueden llegar a desarrollarse tensiones. La persona con mayor libido puede sentirse rechazada. La otra persona puede sentirse culpable por no quererlo tanto. ¿Estás list@ para comprometer el lado físico de tu relación? ¿Está su pareja lista para tratar de resolver su baja libido? Entonces este es el artículo para ti.

No te culpes

Tener ganas cuando el otro nunca quiere puede tener un gran impacto en la autoconfianza. Ten en cuenta que hay una serie de factores que pueden afectar su deseo sexual, y la mayoría tiene poco que ver contigo. Si la libido de tu pareja es baja, es mejor dejar de culparse uno a si mismo. Mejor piensa que es una situación que se puede solucionar siempre que trabajéis juntos.

 

Habla de ello sin reproches

Es bastante normal preguntarse por qué tu pareja no está tan interesada en el sexo como tú. Cuando le hagas la pregunta, evita las críticas, reprocheso la ira para así no señalarlo. Comunicarse sobre este desajuste de la libido no debería conducir a una discusión, sino a una conversación tranquila y comprensiva para ambos.

Masturbación

Hay un método muy simple para evitar tener «hambre:» la masturbación. Para satisfacer la mayor frecuencia de tus deseos, complacerte ti mismo podría ser el camino a seguir. Por supuesto, la satisfacción obtenida de esta manera no es equivalente a la de una relación con tu pareja, pero puede  ayudar a evitar la acumulación de deseos reprimidos y es una buena manera de compensar las diferencias.

Intimidad sin sexo

Si el sexo es un problema entre vosotros, tal vez deberías intentar encontrar algo de privacidad primero. Puede ser a través de formas simples de tocar o acariciarse que no tienen porque conducir necesariamente a tener relaciones sexuales. Ya sea masajes, duchas para dos, lecturas eróticas o incluso más íntimas …

Consulta a un profesional

Si tu pareja tiene baja libido, la terapia, ya sea individualmente o en pareja, puede ayudar a mejorar la comunicación en tu relación. No es vergonzoso hablar con un terapeuta sexual sobre la baja libido de tu pareja y cómo te afecta.

Además de fortalecer el vínculo entre los dos, el profesional también puede recomendar tratamientos para mejorar la libido.

¿Por qué no una relación abierta?

Las relaciones abiertas son un tema candente, incluso controvertido. Sin embargo, no hay nada más simple. Estar en una relación abierta es una forma de vida en la que aceptas que tu pareja tenga relaciones sexuales o románticas con otras personas. La consigna aquí es consentimiento. Si tu pareja está de acuerdo con que vayas a otro lugar para divertirte, ¿por qué no? Puede ser una buena manera de reequilibrar vuestras respectivas libidos.

La infidelidad, ¿la solución?

Si le pediste a su pareja que entablárais una relación abierta y él o ella se negó, el último recurso puede ser un «pecado» …  Con tus deseos perfectamente cumplidos, os quitará algo de presión, y quién sabe, podrías darle nueva vida a tu relación.

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