Un momento robado en una furgoneta...

No todo el mundo tiene la posibilidad de disponer del piso de un amigo o amiga, o de largas ausencias de la pareja que dejan la cama libre durante varios días. A veces nos tenemos que contentar con momentos robados… muy excitantes al ser cortos y con riesgo de ser interrumpidos por sorpresa.

Déjate tentar por lugares inesperados para disfrutar de un momento excitante de besos profundos, manos inquietas, caricias apasionadas, y algo más si las condiciones lo permiten.

El ascensor

Con el sistema de seguridad que lo bloquea cuando el rayo de infrarrojos se corta, tenemos todo el tiempo del mundo… con la condición que el edificio tenga un ascensor alternativo. Sino, una decena de personas, con las que os encontraréis cara a cara cuando se abrirán las puertas, os esperarán malhumoradas, sobretodo si no habéis sido muy discretos.

Los baños de un hotel de lujo

Son espaciosos, perfumados, limpiados varias veces al día… La esperanza de vida de un germen o bacteria es de menos de un segundo. Entrar los dos en un baño es muy fácil. Y entonces nos podemos ofrecer un lugar de gran lujo por el precio de un refresco… si tenemos la clase de pedir una bebida en el bar, una vez bajados del séptimo cielo.

El lavadero de coches

En el momento que el coche entra en los raíles automáticos, que los rodillos acompañan el ruido ensordecedor de los chorros de agua a presión, disponemos de cuatro o cinco minutos de intimidad total… donde podemos juguetear y expresarnos vocalmente si miedo de ser oídos o vistos. Preparad el terreno evitando la ropa interior inútil, ¡así ganaréis tiempo!

Campos de maíz

Para los que viven al campo, escondidos de los ojos de los posibles paseantes, que no podrán encontraros en este laberinto vegetal. Incluso si eres del tipo… soprano-orgásmica, no tendrás más testigos que algún payés. Y si las espigas de maíz están maduros, dejo a vuestra imaginación cómo se pueden utilizar para dar un toque picante a vuestro placer.

Furgoneta de alquiler

Las empresas de bricolaje o de muebles nórdicos permiten alquilar sus furgonetas a bajo precio. Solo hacen falta unos cuantos cojines para transformarlas en una alcoba. Escondidos de las miradas de los caminantes, ya que no tienen ventanas, podréis estar en lugares  públicos sin ningún riesgo de faltar al decoro. Aún así, no olvidéis aparcar bien y poner el tíquet de aparcamiento: sería tonto que se os llevara la grúa en medio de una sesión de un frenético escarceo.

Escrito por NATT