Fiesta entre amigos  –

Pocas veces he follado con el “amigo de”… pero en esta ocasión hice una excepción. Todo empezó cuando me descubrió un hombre mientras participaba en una feria relacionada con mi trabajo… pero esa historia os la cuento otro día. Lo único, que quería sacar a colación a Nicolás, para que supierais la buena relación que nos ha unido tras haber compartido sexo. Después de varios acercamientos tras esa feria, se puede decir que ahora somos grandes amigos.

En una cita por Madrid, para hablar de trabajo, quiso presentarme a unos amigos suyos. “Vamos a tomar café aquí cerca, que están ahí unos amigos y así les conoces…” jejejeje, me sonó un poco a encerrona pero Nicolás lo hace todo tan fácil que allí que me fui.

La mayoría de personas que me conocen me comentan que en un primer contacto siempre suelo transmitir mucha confianza y calma, así que no fue de extrañar que antes de darle el último sorbo a nuestros cafés ya estuviéramos hablando de fiestas swinger, intercambios, sexo anal y demás temas, la verdad, no convencionales para gente que se acaba de conocer y además, sin nada en común, aparentemente.

De los dos amigos de Nicolás, uno había ido en alguna ocasión a locales liberales pero el otro no lo había hecho nunca. Me hizo toda clase de preguntas… tenía gran curiosidad por el tema y ninguna de sus parejas le había apoyado en descubrir ese mundo. Después de una conversación muy animada y de consultar nuestras respectivas agendas, hicimos una quedada para ir a un local ellos tres y yo, con dos de mis amigas. Tenía buena pinta, nos lo podíamos pasar muy bien, sobre todo pensando que con Nicolasillo la cama era ideal y que este amigo suyo estaba como un queso y tenía muchas ganas de verle en acción.

Lamentablemente este amigo sufrió un accidente y ya no está con nosotros, así que fue un shock muy grande tanto para Nicolás como para mi, que aunque le conocía solo de ese día había habido mucha conexión… ¡putadas de la vida!

Después de la pena y desconcierto que deja una pérdida así, Nicolás pensó que la mejor manera de hacerle un homenaje era hacer una gran fiesta, lo más sexual posible… así que, dicho y hecho… pusimos una fecha, una temática y empezamos a invitar amigos y amigas que sabíamos que iban a dar juego en la fiesta.

Verano, calor, chalet con piscina y gente ávida de nuevas experiencias, un cocktail perfecto. Planeamos un día completo de fiesta, con comida, juegos, merienda, más juegos, cena y el que quisiera, para no tener que conducir, se podía quedar allí a dormir también. “Lo que pasa en la fiesta se queda en la fiesta” rezaba el fotocall que se hizo para la ocasión y la temática: la fiesta de la toga… todo el mundo debía de ir con una toga blanca y preferiblemente nada debajo o como mucho un bañador o un bikini. Hubo verdaderas profesionales del atuendo pero la mayoría nos conformamos con un trozo de tela blanca presentada en el cuerpo de manera graciosa con unas bandas de colores… algunas realmente cortas, especialmente la mía,  que dejaba ver claramente mis patorras. Debajo me puse un bikini con estampado de leopardo… muy salvaje.

Hicimos la compra, preparamos comida, organizamos los juegos y empezaron a llegar los invitados. El calor hizo que el cubo de sangría que habíamos preparado bajara el nivel considerablemente… espero haber calculado bien para los 27 que somos! Parejas, solter@s, divorciad@s, casad@s… y había un grupo de chicos que se conocían ya entre ellos. La verdad es que estaba muy bien nivelada la fiesta, 12 chicos y 15 chicas. Los primeros flirteos no se hicieron esperar… yo iba a saco, la verdad es que iba sobre seguro, porque muy mal se me tenía que dar si, al final, no me quedara follando con Nicolás… pero tenía que aspirar a probar otro Adonis de los que allí se encontraban. Y digo Adonis porque uno de los primeros chicos que llegaron a la fiesta, Pablo, estaba para comérselo. Vamos, para mí, guapísimo… de los que te fijas y piensas, buahh, para que me voy a fijar en él si él en mí no lo va a hacer. Pues, ¡¡me equivoqué!! Igual de alto que yo, que no es poco, musculado, moreno, barba cuidada, labios carnosos, pelo negro, ojos oscuros y una sonrisa de caerte para atrás, si te la dedica.

Tenía varias claras competidoras y las dejé hacer… no tenía prisa, soy de las que pienso que si algo tiene que suceder, sucederá y si no, no hay que forzar la situación. Uno de los juegos preparados era subastar un “esclavo” con el que teníamos que compartir el resto de la fiesta y tenerlo a nuestros servicios. Cuando lo anunciamos, Pablo se acercó y me dijo al oído que hiciera todo lo posible porque fuera su esclavo… Uffff, se mojó el bikini y no por haberme metido en la piscina… Guauuu, le miré y le dije: ”anda, anda… si tienes muchas candidatas”. “Sí, claro, pero no me gusta ninguna… por favor, haz que me toque contigo”. Mis siguientes minutos fueron dedicados a saber cómo iba a funcionar lo de la subasta y creé una estrategia… ¿Sabéis? ¡¡Funcionó!! Pablo fue mi esclavo y no nos separamos en toda la fiesta,  lo que provocó envidias… jajajaja, yo estaba contentísima. Me gustaba su forma de pensar, aprovechaba cualquier ocasión para tocarme aunque era muyyyy tímido y su argumento era que él nunca da el primer paso con una mujer porque le teme al “no”. Bueno, su mensaje es claro… Cuando Nicolás pasó preguntando quién se iba a quedar a dormir, Pablo me miró y dudó queé contestar… yo dije que sí, había bebido algo y estaba a unos 100 km de casa… él dijo que lo decidiría más tarde. Hubo muy buen rollo entre nosotros e incluso ya quedamos en vernos ese lunes para tomar café puesto que venía muy cerca de mi casa a hacer unas gestiones y, ¡menos mal! porque cuando la fiesta se empezó a animar, se empezaron a bañar desnudos en la piscina unos cuantos, otros se enrollaban en la hamaca de la piscina, otros se hacían masajes… otros se metían a las habitaciones directamente… ¡Pablo desapareció!

Desconsolada me quedé, me paseé hasta el baño varias veces, disimulando mi búsqueda, pero tampoco quería preguntar por él para que no se dieran cuenta de que se había ido sin despedirse de mí. Bueno, como os he dicho antes, muy mal se me tenía que dar para no follar con Nicolás… Pero le había visto con una ex suya sobándose y magreándose en una de las hamacas. Pero resulta que ella se enrolló con otro invitado… hmmm… ¡Camino libre! Así que me senté en la tertulia que se había montado en unos sofás al lado de la piscina y me senté enfrente de él. Me miraba, le miraba y al rato se levantó para sentarse a mi lado y poner su mano en mi desnuda pierna, acariciándomela y causando en mí mucho gusto.

Quedamos sólo los que íbamos a dormir en la casa. Esperaba que hubieran sido más valientes y hubiéramos montado una bien gorda allí, pero a los pocos minutos me vi buscando habitación libre por la casa detrás de Nicolás… Fue algo curioso, porque ninguno de los dos dijo nada, lo dimos por hecho y eso me gustó.

Me desnudé, se desnudó y comenzamos a besarnos para terminar tumbados en la cama, él sobre mí. La excitación subía por segundos y aunque los dos estábamos muy cansados porque ya era casi hora de amanecer, nos descubrimos con nuestras manos ávidamente. Rápidamente descubrió mi sexo, mojado, excitado… deseando recibir caricias de sus manos. Introdujo un dedo en mi coño en cuanto descubrió que estaba empapada (esas caricias en la pierna durante la charla del sofá, delante de todos sus amigos, me habían puesto a mil por hora) Sabe donde tocar pero su dedo me supo a muy poco, así que le dije que me follara, cambió de postura levemente mientras abría mis piernas para que se acoplara entre ellas y las dejé muy bien abiertas para que entrara con su miembro hasta el fondo. Mmmmmm me encanta sentir una polla dentro, espectacular, me abro más y empujó mis caderas hacia arriba para que entre bien al fondo. Nuestros cuerpos se mueven acompasados y el folleteo es muy placentero, me encanta. Debido al cansancio, creo, decidió seguir con sus hábiles manos en mi. Se puso a mi lado, sobando con una mano uno de mis pechos y con la otra metiendo y sacando sus dedos. Metía, sacaba y estimulaba mi clítoris… hasta que no pude más y me corrí… Eso que recorre tu cuerpo desde la entraña, que pasa por toda tu columna y que te hace reconocer cada parte de tu cuerpo, desde el primer pelo de la cabeza hasta la última uña del pie.

El sueño nos venció rápidamente… aunque estábamos en una cama de 90 encontramos el hueco para dormir los dos. Me abrazó y caímos redondos hasta que el sol nos abrió los párpados cual abrelatas… Sólo habían pasado dos horas.

No estoy acostumbrada a despertarme con un hombre al lado y eso no se puede desperdiciar, así que me las ingenié para subirme sobre él, a horcajadas, mientras alcancé con mi mano su polla hasta que la puse como una piedra. Ufff, qué bien me va a entrar. Tenía una erección mañanera de lo más brillante y metí su polla en mí para cabalgarle con todas mis ganas. Me rozaba todo con su pubis, mientras su polla acariciaba todo mi ser interior. La cama chirriaba, tuve que parar el ritmo varias veces, ¡¡nos iban a oír!!… Pero era incontrolable… ¡¡Me desboqué!! Quería sentir el clímax ya mismo, mi cuerpo me lo pedía y llegó con un movimiento frenético de mis caderas hacia su polla para que entrara toda dentro de mi… Mmmmm ¡¡ yaaa !!

Cuando me recuperé de la agitación, baje con mi boca hasta su polla y le hice una mamada fantástica, saboreándole, viendo su cara de placer y una gran sonrisa.

Venga, vámonos, que es tarde…  me dijo levantándose de la cama. Salimos sigilosos de la casa, donde todo el mundo dormía y nos fuimos a desayunar para reponer fuerzas.

Mis amigas, a las que había invitado a la fiesta y no habían podido venir, ya estaban en el whatsapp preguntando que qué tal había ido todo… ¡¡Muy bien!! Jajajaja. “Pero, ¿has follado? Siiii… -¿Con quién? “ …

¿Y Pablo? Se acordará de mí? No le pienso llamar, si quiere algo, que lo diga ¿no? Ayer se fue sin despedirse… y eso, no se hace.

Por 40 Historias de sexo

 

 

 

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