MASTURBACIÓN –

La verdad es que soy una mujer muy activa en todos los aspectos de mi vida, y no iba a ser menos el placer que me proporciono a mí misma. Hay épocas que lo hago por satisfacción pura y dura pero la mayoría de los días lo hago por puro vicio. Sentir todo ese placer recorriendo mi cuerpo, pensando en lo que me da la gana, lo que me excita, lo que me ha excitado o lo que me excitará…. es algo maravilloso. Además, creo que antes de dormir me ofrece una relajación que me facilita el descanso, si lo hago por la mañana, me levanto con más ánimo para afrontar el día y si es a lo largo del día … uffff … ¡¡que calentones más ricos!! Esos, como suelo estar sola en casa, son los más viciosos de todos, cuando utilizó todas las “armas” que encuentro a mi alcance.

De todo esto me he dado cuenta mientras me masturbaba hoy. Ha sido al mediodía, después de unas cañas con unas compañeras y con las que he mantenido una conversación algo subida de tono y que me ha permitido fantasear con una de ellas (que le tengo muchas ganas) Vamos a ir a una fiesta liberal dentro de una semana y hemos estado planeando cosas. En lo que estábamos hablando, me ha llamado Rodrigo, que en cuanto le oigo, se me caen las bragas o se me encharcan, no sé muy bien jejejeje. Le he contado lo que estaba haciendo, hemos pensado en un trío con mi compañera y nos hemos excitado mucho, mucho….bueno, me pasa siempre que hablo con él. Cuando he llegado a casa, he comido y, después de hablar otra vez con Rodrigo, me he ido a mi habitación, he sacado la bolsa con mis juguetes, los he lavado y los he presentado en mi cama.

El simple hecho de sacar la bolsa, lavar los juguetes y verlos, me produce mucho placer y excitación. Así que, según he visto el plug anal con colita de zorra necesitaba introducirmelo. Me he desnudado, me he sentado en la cama, me he puesto de lado y he metido, casi de golpe, ese plug en mi culo. Ufffff…ya está dentro, esta muy frío, es metálico, pero me gusta sentir esa sensación. Me he sentado para sentirlo bien dentro, con el pelo de la cola rozando mis nalgas. Mi respiración se agita, deseo correrme pero quiero hacerme sufrir, quiero tardar en correrme. El placer que me proporciono es siempre tan intenso que prefiero tardar en conseguir el orgasmo pero que sea brutal.

Con mi colita colgando, me tumbo y me abro bien de piernas, a tope…. no puedo abrirlas más. Como me gustaría tener ahí una lengua sedienta de mi coño, que no me dejara cerrar las piernas y que me dijera lo linda que estoy con esa cola en mi culo. Seguro que la vista desde ahí, con mi coño abierto, mi clitoris palpitante y la cola saliendo del culo ¡¡es espectacular!!

Necesito polla, y la tengo, tengo una polla tamaño extra y que me follo con ella muy bien. Cuesta que entre pero cuando se hace hueco, toca todo mi fondo y me ofrece mucho placer, así que, pongo la punta en mi coño y voy apretando poco a poco, centímetro a centímetro para meterla bien mientras acaricio mi clitoris hinchado. Tengo los ojos cerrados, vienen a mi mente mis experiencias vividas en los últimos días, las pollas que me han follado, las bocas que me han lamido…..las ideas que se me van ocurriendo. Me veo abierta, en mi cama y atada, no me puedo mover, estoy a merced del hombre que tengo delante, con su polla erecta y diciendo que me va a follar. Cuando oigo esas palabras en mi mente, aprieto la polla con mi mano hasta el fondo, la meto y la sacó rápidamente, como si esa polla fuera a correrse en mi. Paro, me voy a correr y no quiero que esto dure tan poco tiempo. Quiero disfrutar y cada vez que paro mi orgasmo sé que se incrementa su intensidad.

Quiero estimular mis pezones, pero ya no me quedan manos, así que pienso en las pinzas o en el cepillo de dientes eléctrico…..hoy, será el cepillo. Lo pongo en marcha y lo dejo apoyado en uno de mis pezones. La sensación es fantástica, me excita. Mis pezones son muy sensibles y soy capaz de correrme con solo tocarlos (qué se lo digan a Rodrigo, ufff)

Tengo, un pezón, mi clitoris, la vagina y el ano estimulados, ¡que más puedo pedir!! Ahora, la imaginación al poder … Hoy he pensado en las últimas tres pollas que he catado, las caras de mis hombres mientras follabamos desfilan por mi mente, las sensaciones de esas vergas dentro de mi coño dándome placer, sus manos, sus bocas, sus besos … me vuelven loca los tres. Esos pensamientos y sensaciones pasan por mi cabeza como una película rápida mientras siento que el orgasmo viene a través de mis dedos en mi clitoris. Ayer me corrí en un restaurante frente a Rodrigo….ufffff me va a venir….empieza un calor a generarse en mi interior. Se va haciendo grande, le presto atención. Mis manos se vuelven más rápidas. Estoy abierta completamente y me obligo a abrirme más. Meto y saco esa verga mientras el clitoris se hincha. Oigo chapoteo de mi flujo con esa polla que entra y sale de mi … el cepillo sigue acariciando mi pezón y empiezo a estalllar.

Me retuerzo, pero mantengo mis piernas abiertas, jadeo más alto, gimo…estoy sola, puedo hacerlo, no te reprimas … ¡grita Estefanía! Échalo todo, grita que estás consiguiendo el placer que estabas buscando y hazlo saber al aire que te rodea. Pero hoy voy a hacer algo más. Voy a grabarme, quiero escuchar como me corro y quiero mandárselo a quien ha ocupado mis pensamientos cuando esto ha sucedido. Le doy al botón de la grabadora del iPad y comienzo a gemir. Suelto la polla, los espasmos de mi vagina la escupen y sale disparada. Toda mi entrepierna late de placer, lo siento. Mi culo se cierra, la colita no sale, pero también sufre espasmos de gusto. La mano del clítoris se mueve más rápido y meto los dedos para sentir que me corro, que chorreo, que ese líquido de placer va a mojar mis sábanas.

Agggghhhhhh … inenarrable … lo que siento es inenarrable, os lo aseguro. Pero os podéis hacer una idea, me imagino. Chupo mis dedos, me encantó, me encanta mi sabor … muy bueno.

Comienza la relajación pero tengo que parar la grabación. Lo hago. Paro el cepillo, saco mi colita y suspiro. ¡¡Que gusto!! Creo que hoy necesito echar un sueñecito antes de seguir trabajando. Me lo merezco.

 

Por Estefania Mor: 40 Historias de Sexo

 

 

 

También te gustará: Relato erótico – ¡ganas de más!