Contamina, pone de los nervios cuando se trata del de otros. El coche, cuando es el nuestro, se puede convertir en un pequeño palacio de los deseos.

No imagines que haréis grandes acrobacias, reservadas solamente para la cama. Si quieres la medalla de oro de Kama Sutra de los juegos olímpicos del places, este no es el lugar. En cambio, si estás pensando en otro estilo de relación, más delicado, más dedicado a las caricias, a la suavidad, en que tendrán un papel decisivo tus dedos y tu boca, atrévete con el coche.

El Coche Sutra, se improvisa o se prepara

Improvisar en un lugar insólito elegido al azar, donde pararse en función de la inspiración del momento, tiene ese punto excitante dde lo prohibido, con el riesgo de la aparición de un testigo sorpresa.

Pero un poco de preparación puede dar más clase a este lugar no muy afrodisíaco, gracias al lector de CD que difundirá un fondo musical, una botella de vino, una manta… ¡Velas no!

El secreto, pues, será encontrar un lugar tranquilo donde pararse. Aparcamiento subterráneos (escoge la plaza de la punta, la que esta muyyyyyy lejos de la puerta de entrada), zonas comerciales, o algún camino campestre si podéis alejaros un poco de la ciudad.

¿Estás listo? Dejamos el resto a tu imaginación. En la parte delantera, evitad que vuestras piernas demasiado extasiadas se apoyen… sobre el claxon. En la parte trasera, posturas más atléticas son posibles. Pero espera antes de llegar a esto que un poco de vaho cubra las ventanas, y proteja vuestra intimidad. A menos que tengáis fantasías exhibicionistas, claro…