“He tenido una fantasía que me hizo estallar en un orgasmo intenso…
Me dirigía hacia a ti y te decía…

…estoy deseando que me ates, que me vendes los ojos (aunque sé que disfrutaría más viéndote y recordándolo después siempre, grabando esas imágenes en mi recuerdo) que vengan tus esclavos, que me exciten y tu no me dejes correrme… que después tu “me degustes” y me hagas correrme una y otra vez, que me hagas gritar tu nombre, que me tengas al borde de la locura y del cansancio y te pida que me dejes descansar… que me tengas a tu merced… pero sobre todo, estoy deseando estar entre tus brazos y que me beses hasta agotarnos… me vi a mí de rodillas en el suelo, inclinada hacia delante, con las muñecas atadas y tu, detrás de mi, follándome con un vibrador y haciéndome que me corriera mientras lubricabas mi culito con un aceite, después… retirabas el juguetito de mi vagina y me llenabas con tu polla dura, y a la vez con el vibrador ibas dilatando mi culo hasta que me tenías con una doble penetración… después lo cambiabas, el vibrador volvía a mi vagina y era tu polla la que me follaba una y otra vez un culo totalmente dilatado y dispuesto para ti…

El orgasmo que me vino fue salvaje y ahora… solo de recordarlo y volver a imaginar la escena, vuelvo a excitarme…
Te lo he contado… y te ha gustado mi fantasía… y me has dicho…

…Reconozco que eres una zorrita rebelde, que se merece un par de buenos azotitos, pero me pones, me gustas, excitas mi deseo. Dulce como el almíbar y ardiente como un tizón. Así me llegas. Además, poco a poco vas cediendo, Jade, vas cayendo en las redes del tremendo deseo que despierto en ti. Poco a poco, tu desesperación por ser poseída te conduce por el camino de la aceptación, de la entrega. Sentirte vendada o maniatada, empiezan a ser parte recurrente dentro de tus fantasías. Imaginarte con un vibrador en tu culito, a mis manos expertas preparándolo para el placer, y sentirte doblemente penetrada por fin, es una fantasía nueva y que, reconócelo, te resulta tan excitante como saber que algún día eso sucederá…

…Y sabes que detrás vendrán otros y otros, que quizá algún día puedas sentir ese deseo que se abre paso en tu cabecita, que encoge tu corazón. El día en que yo te comparta con otro hombre y puedas disfrutar del gran goce de sentir dos buenas pollas frotándose dentro de ti, a través de tu carne, y reventando en tu interior en un clímax interminable y tan intenso que creerás que nunca antes te habían follado…

Sé que te gusta mi fantasía, lo he notado en tus palabras… pero sabes que me rebelo continuamente, que no quiero ser dominada porque una cosa es fantasear con la sumisión y otra distinta ser sumisa… y tú insistes en dominarme, en convencerme de que me sentiré plena y feliz contigo como amo, sodomizándome…»

Fragmento de: Laura Soto. “Las pasiones ocultas de Jade”. Disponible en Amazon

 

 

 

 

 

 

 

 

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