La noche sería larga. El plan de acción ya estaba listo y era muy simple. Encontrar a alguien en el club con quien pasar un rato agradable. Copas, baile, travesuras y posiblemente una noche de desahogo. Como cualquier plan, era importante prepararse. Mientras te arreglas, te rasuras, te untas loción en las partes del cuerpo que sabes que serán exploradas, te pones tu colonia favorita… Entonces te ves en el espejo y te dices a ti mismo: ¡pásalo bien, disfruta, baila, rie! ¿Será que esas son las cualidades que busco en ella? Lo que encuentro más atractivo en una mujer: su confianza, la manera en que se mueve su cuerpo mientras baila, su sonrisa… ¿Habría suerte esa noche de cacería?

Después de varias copas y bailes con personas agradables la vi a corta distancia. Bailaba con sus amigas. Un grupo de tres. Separarla de ellas sería un reto difícil … había que idear un plan: unirse al grupo. En poco tiempo llega la oportunidad perfecta. La canción que notas le desborda las ganas de bailar. Jaquie es una mujer voluptuosa. Treinta y dos años, con el cuerpo de una diosa y una sonrisa que alumbra toda la pista de baile. Su vestido negro marca todas las curbas de su cuerpo. Negro, mi color favorito.

Después de muchas copas, chistes y baile llega el momento en que ella y sus amigas van a despedirse. «Todavía es tremprano, no te vayas que lo estamos pasando bien!». «No me quiero ir, créeme, pero estoy con ellas y me sabe mal quedarme». Habia hecho lo imposible por caerle bien a sus amigas y convencerlas de que se quedaba en buenas manos… Otra vez comenzamos a bailar. Pasamos dos horas más bailando y bebiendo. Estamo bañados en sudor. La copas han hecho su efecto. Nos pegamos mucho más. Mis manos bajan poco a poco de su cintura a sus piernas, a su trasero y la pego más a mi. Ella se da la vuelta y pega su cuerpo al mío. Siente como me tiene loco por ella. Dos chupitos más de tequila. Más baile. Se encienden las luces del local. Son las tres de la mañana y es hora de cerrar. Pero ¡todavía no! dijo. Despreocupate, la noche todavía no acaba. Caminamos hacia el coche. En el camino, la paro dos o tres veces para besarla. Mi boca recorre su cuello salado por el sudor. Dior J’adore, uno de mis perfumes favoritos. Me la podía comer. Llegamos al coche apoyándonos uno en el otro. El Sr. Don Julio (Tequila) ya nos tiene en otro planeta. En el camino al apartamento pongo mi mano en sus piernas. «Espera» me dice. Si hubiera sido por mi, paraba el coche al lado de la carretera y la follaba ahí mismo. Ten paciencia, pensé.

El el ascensor nos besamos. Nos tocamos. Esta vez con más atrevimiento. Entramos directos a la habitación, ya casi desnudos. No paramos de besarnos. Corre mi boca por todo su cuerpo y me tomo mi tiempo. Ella toma el control y se monta encima de mi. Me muerde el labio inferior. Me hace el amor con su boca. Primero despacio despues se atreve más y más, uff ¡lo hace demasiado bien! La noche ha sido todo un éxito…

por El Caballero Oscuro