Si tienes la mente abierta, un mundo de sensaciones te espera. Cuando decidí que quería sexo en mi vida, nunca creí que viniera acompañado de tantas cosas… morbo, aventura, intriga, nervios…. un encuentro explosivo que revienta dentro con cada bombeo del corazón y te hace sentir viva.

Hace unos días recibí un email pidiendo colaboración en una web que es una plataforma de citas extramatrimoniales, se llama Gleeden. todo un descubrimiento… Sabéis que yo soy viuda, pero antes de dar una contestación y aceptar enviar mis relatos, quise ver que se “cocía” por ahí. ¡¡¡Sorprendente!!!!

Di de alta mi perfil de escritora de relatos eróticos, en búsqueda de aventura e inspiración e indicando que soy soltera, puesto que la opción de viuda, no existe. Tras unos minutos intentando familiarizarme con la aplicación, empezaron a lloverme mensajes, flechazos, regalos… apabullante. De lo que enseguida me di cuenta es de que todos los hombres que me hablaban estaban casados y tenían las ideas muy claras… como yo también las tengo, no hubo inconveniente en congeniar con algunos de ellos… Unos de más cerca, otros de más lejos, unos con unos gustos, otros con otros… ¡hmmm me encantan! Además me encanta la idea de que no se juzga a nadie por que todos estamos en las mismas circunstancias… nos gusta el sexo, independientemente del estado civil de cada uno.

Luis entró divertido, preguntándome si estaba segura de dónde me estaba metiendo y diciéndome que tenía libertad de movimientos, para ponerlo claro desde el principio… Bueno, todos lo ponen bastante fácil, la verdad. Cosa que no sucede en otras aplicaciones en las que se divaga bastante.

Poco a poco me vi envuelta con su humor, sus preguntas divertidas y las risas y comenzamos a subir el tono de la conversación… Aparecieron las fotos, al día siguiente los videos… suyos, a mi no me gusta mandar nada, en principio, y me puso muy cachonda. Es gracioso cuando están hablando contigo de que están muy cachondos y que te desean y de repente escriben: “Ha llegado mi mujer” jajajajaj, es como que te tienes que meter en el armario calladita, ¡me hace mucha gracia!

Por las noches: ¿qué haces?… por las mañanas: ¿qué cachondo me tienes? … hasta que, de repente, me dijo que tenía muchas ganas de conocerme: ¿puedes comer mañana? voy por donde tu estés.. mmm, mañana no tengo plan para comer … tengo mucho trabajo pero si viene hasta aquí, me dará tiempo. “Solo comer eh?? que tengo ganas de conocerte”, me dijo, «sobre las 14:00 o 14:30 que a las 17:00 tengo que estar en la oficina en una reunión importante». Perfecto, comemos y nos conocemos. Cuando ya se tiene una cita, se habla diferente… hay nervios, qué te encontrarás, habrá feeling? tendrás que decirle, “encantada de conocerte pero no es lo que esperaba?”… buff, he tenido que decirlo en alguna ocasión y no se pasa nada bien, pero no practico sexo con alguien que no me gusta. Por un lado, hay que buscar un sitio público, porque no sabes quien va a aparecer y no le conoces de nada, y por otro lado… si queremos intimar, ¿dónde? bueno… pero no sucederá porque tiene mucha prisa… A lo mejor es que no está seguro de que le vaya a gustar y se quiere guardar las espaldas… ¡ya veremos!

El día de la cita, por la mañana me despertó con un “buenos días”, bromeabamos y levantaba mi pasión diciéndome que le tenía loco. ¡¡Que bien!! ¿Nadie te ha dicho nunca eso? Inténtalo… ¡da un subidón impresionante!

Llegaba la hora… mensajes de “queda menos” en el chat… dan tranquilidad y van calentando el ambiente… sabes que no se olvida de ti y que le apetece quedar. ¡¡¡Por fin es la hora de comer!!!
– “Estoy aparcada en la puerta del restaurante de al lado del que hemos quedado, está cerrado. Creo que te acabo de ver pasar”
– “Crees bien”

Y a los 2 minutos tenía un hombretón trajeado asomándose por la ventanilla de mi coche, sonriendo. “Hola, ¿que tal?”
¡¡¡Hmmm, me gusta!!! y creo que ¡¡¡yo a él también!!! Entramos a comer y no paramos de hablar. No prestamos atención a la comida ni a nuestro alrededor, hablamos de todo y en mí va creciendo el deseo… ¡¡¡que pena que no tenga tiempo!!! Estaba convecida de que nos ibamos a despedir magreandonos cerca del coche y no iba a pasar nada más, teniendo que quedar en otra ocasión. ¡¡Me equivoqué!!

En un momento de la conversación, me miró a los ojos y después a su reloj y me dijo que quería ir a un hotel conmigo… que iba a ser poco tiempo pero que quería hacerlo. “pido la cuenta y nos vamos”, casi no nos terminamos ni el café. Mientras traían la cuenta, llamo por teléfono para reservar una habitación en un hotel cercano, camino de su oficina para que tengamos un poco más de tiempo. A la salida del restaurante… besos apasionados, mostrando todo nuestro deseo.

Los 10 minutos de trayecto hasta el hotel hacían crecer mi excitación, iba mojando mi tanguita pensando en lo que sucedería. ¿A él le estaría pasando lo mismo? Miro por el retrovisor y le veo siguiéndome… ¡¡me pone!!!

Con la llave en la mano, abrí la habitación. Entramos, me volví a cerrarla y no pude ni dejar el bolso… con él todavía colgando de mi brazo y con la mano en la llave de la habitación, se acercó por detrás y comenzó a besarme y a acariciarme introduciendo su mano bajo mi vestido. Me obligaba a permanecer de espaldas a él y me empujó hacia el armario que había a la derecha de la puerta… que bien manejaba los dedos dentro de mi… el primer orgasmo no tardó en llegar… ¡ me corro ! grité… lo estaba haciendo muy bien, mmmmm me encantó y no tenía ni el vestido quitado. Creo que le gustó mucho ver como me corría de rápido e insistió con sus dedos en mi coño bien húmedo… hay hombres que no se como lo hacen pero tienen unos dedos mágicos, los introducen y los mueven justo para dar placer y que te abandones…dos y tres orgasmos delante del armario y de espaldas a él, antes de que me dijera que me desnudara. Tardé 5 segundos en quitarme el vestido, el sujetador, mi tanga y los zapatos, me senté en la cama para mirar como se desvestía él, mirándome, con una mirada lujuriosa y con la respiración acelerada. Que buena polla tiene Luis, de las que me gustan, rasurado, donde apetece meter la boca para llenártela de sexo.

Me levantó de la cama, nos besábamos mientras recorría mis tetas y mi coño chorreaba, pero enseguida me empujó para colocarme boca abajo, con las piernas muy abiertas, sobre la cama… noté sus dedos expertos de nuevo dentro de mi.. ufff… ¿dónde toca este hombre que me vuelve loca??!!! otro orgasmo bestial antes de que acercara su boca a mi coño y comenzara a chupar todos mis jugos… siiiiiii bébetelo todo, pensaba… no podia decir ni una palabra… jadeante y casi sin respiración del último orgasmo que sacudió todo mi cuerpo. Entonces empezó a explorar mi ano con uno de sus dedos, el flujo había llegado hasta allí y es fácil introducir el dedo, casi entra solo… se que le pone muy cachondo ver como entra de fácil. Juega con todos sus dedos y me penetra doblemente volviendo a hacerme sentir un placer indescriptible… se da la vuelta y se pone hacia mi cabeza. Mis pelos enmarañados no me dejan ver que tengo su polla cerca de mi cara, pero cuando me doy cuenta, quiero metérmela en la boca.. la deseo, quiero chuparla… él también lo desea y se agacha más para que lo pueda hacer… tenía mis tres agujeros cubiertos … placer absoluto aggggg… me voy a correr otra vez… ya no digo nada, gimo, me retuerzo, jadeo… creo que ya se da cuenta cuando mi cuerpo se sacude por un nuevo orgasmo. ¡Se está haciendo experto en mi cuerpo en muy poco tiempo!

Me pide un condón y me levanto a por él, los tenía en el bolso… él me mira desde la cama, expuesta, desnuda… me siento orgullosa de haber ofrecido todos esos orgasmos, pero no puedo dejar de pensar que él tiene prisa y que tiene que marcharse a su reunión… ¡es como una carrera contrareloj! No quiero que él se vaya sin disfrutar. Entonces se levanta de la cama, se coloca detrás de mi, hace que me apoye sobre la silla del escritorio y me penetra el culo … ¡¡que bien entra!! mmmmm me encanta su polla en mi culo… bombea y se echa sobre mi para tocarme el clítoris.. ¡¡¡buff, eso me pone malísima!!! ¡¡¡Me encanta!!! Pero la saca… creo que no quiere correrse todavía y estaba gozando tanto que podría ocurrir. Me excita pensar que me quiere dar más placer antes de culminar con el suyo. Me doy la vuelta, le miro a los ojos y le digo que me folle, “por favor, fóllame”… “Este es el primer deseo que te voy a conceder…» me dijo, así que me tumbé en la cama boca arriba, con las piernas muy abiertas, para que viera mi coño húmedo y… se mordía el labio mientras venía hacia mi, creo que él no se da ni cuenta de que lo hace pero es super morboso. Se tumbó encima e introdujo su polla de una embestida ¡¡¡ahhhhhh … que buena!!!! uffff no aguanto más, me voy a correr otra vez ¡¡¡y con su polla bien dentro!!! Él tambien iba a regalarme su orgasmo, en cuanto la metió y me penetró un par de veces sabía que iba a correrse. Le agarré el culo fuertemente y le estreché para que entrara toda hasta adentro… Nos corrimos a la vez mientras las gotas de sudor recorrían nuestros cuerpos. ¡Que sesión más salvaje e intensa en tan poco tiempo!

Mientras me duchaba, me sorprendió con sus dedos y volvió a regalarme un orgasmo fantástico e inesperado. El también se había duchado y bajo su toalla comenzaba a asomar otra vez una erección… ¡¡que máquina!! Eso no me lo puedo perder… le quité la toalla, le chupé un pezón para bajar despues, me arrodillé y comencé a hacerle una buena mamada. Tiene una polla buenísima… me follaba la boca con ansia otra vez… pero ya no había tiempo… fue el aperitivo para la próxima cita… ¿la habrá? yo creo que si… nos hemos entendido perfectamente y con tiempo para dedicarnos puede ser otra nueva gran cita sexual.

¿Quedamos?

 

Por Estefanía Mor40 Historias de Sexo