El deseo va cambiando a lo largo de la vida de una mujer. Y no es el mismo en todas. Explicación.
Cada una tiene sus deseos, sus fantasías
«Interrogarse sobre su sexualidad, es ofrecerse la libertad de ser libre y serena en la expresión de las pulsiones. Es investir este cuerpo de mujer y su identidad. Sea lo que sea que hagamos, la sexualidad no debe convertirse en una cárcel. Se aprehenda, se aprende primero en una misma. Se construye en la exploración, la escucha y el reconocimiento que nos acordamos. Solo entonces, podemos ir a buscar al encuentro del otro y de su placer» dice también Catherine Blanc.
Lo que se muestra en las revistas, las creencias de las mujeres y de los hombres acerca de la sexualidad que se nos sirve cada día en bandeja, no puede valer para todos. En cambio, podemos aprender qué es una sexualidad completa. Cada persona es diferente. Las sensibilidades, las (in)satisfacciones y las vivencias sexuales no se pueden comparar.
*La sexualidad femenina no es la de las revistas, Catherine Blanc, Editions de La Martinière.
Escrito por NATT