Insatisfacción sexual, rutina, maternidad… Los motivos que llevan a la infidelidad y a las aventuras pueden ser muy variados. Pero, ¿por qué es tan difícil dar el paso, incluso si se da una gran tentación?
Con el paso de los años es bien sabido que la rutina acaba por desmoronar a la pareja. Resultado: en la cama, el ambiente ya no es realmente festivo… y así surge ¡la tentación de la infidelidad
El impulso de ir a ver si la hierba es más verde en otro lugar a menudo está relacionado con la insatisfacción sexual, algo físico. Pero en cambio, por lo general, el hecho de que no ames a tu otra mitad no significa que le estés engañando y, ¿no es eso así?. Los sentimientos amorosos rara vez se cuestionan… Sin embargo, en algunos casos, la infidelidad puede salvar a una pareja y permitir que se encuentren mejor.
Antes de cruzar el umbral de la infidelidad, algunos empiezan con el cibersexo, los besos, las caricias… Pero a veces no llegan a la penetración. Aunque la tentación de la infidelidad esté muy presente hay muchos frenos: el miedo a hacer daño al otro, la culpa, el miedo a perder al ser amado…
Sin emabrgo, hoy en día las costumbres están cambiando. Autobúsqueda, individualismo, búsqueda desenfrenada de la realización personal … así es más fácil ceder a la tentación.
El impulso de engañar puede ser más fuerte en aquellos que han conocido a varias parejas sexuales. Un hábito difícil de romper para algunos, ya que una vez en una relación, les crea una profunda frustración. Y eso les despierta el deseo de aventurarse a las aventuras, volviéndose casi irresistible por culpa de la adrenalina y la desacralización de la sexualidad.
Infidelidad: hacer balance antes de empezar
Si estás en una relación, este puede ser el momento de hacerse la pregunta sobre lo que realmente unx quiere.
La infidelidad física no tiene nada que ver con la sentimental. La conexión ocasional puede doler más que admitir esos sentimientos por otra persona. Pero aquí nuevamente, se abre el debate..
Engañar: ¿cuáles son los riesgos para la pareja?
Eso sí, siempre hay que ser realista … Todo el mundo se expone a la separación si el otro se entera de su infidelidad, pero, ¿y si dar el paso tiene el efecto contrario y revitaliza a la pareja!?
¿Y si cuestionamos dentro de lapareja, de forma sana y serena, la exclusivad sexual? … ¡Quizás esa sea la solución!
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