Manual de discreción para los gleedenautas

Juguetear y seducir cuando habíamos jurado fidelidad requiere discreción y, sobretodo ahora, un dominio infalible de las herramientas de telecomunicación. Descubre algunos principios básicos para acaramelarse con el espíritu ligero. Comprobarás que los grandes principios apelan a nuestros  reflejos primitivos de cazadoras y cazadores.

Borrar las huellas

Sea en el ordenador o en el teléfono móvil, no debe quedar ningún rastro de tus infidelidades. Es más prudente borrar todos los mensajes, emails o el historial de conversaciones relacionados con tu amante. ¿Y qué tal no tener que borrar, sino impedir que se guarde la información? Los navegadores de Internet disponen de modos de navegación privada. Tienen la ventaja que no guardan registro de ningún historial, usuario o contraseña. Consulta tus emails, chatea y visita Gleeden utilizando sistemáticamente estos modos de navegación. Obviamente, este modo no borra los emails recibidos, esta será una tarea a realizar manualmente si no quieres que tu pequeño secreto sea descubierto. Si por error olvidas activar este modo, no te preocupes, solamente tienes que borrar todos los datos de navegación. Algunos navegadores de Internet para móvil también disponen de este modo, utilízalos también.

Las huellas digitales son una cosa. ¡Pero cuidado con las huellas materiales! Un perfume extraño en tu cuerpo es mucho más tenaz que un email sugerente. Las marcas de arañazos en la espalda duran varios días. Un cabello en el cuello de tu camisa puede pasarte desapercibido. Un número de teléfono apuntado en un papel puede olvidarse fácilmente en el bolsillo de un pantalón. Acuérdate bien de estas huellas materiales y sé metódico para hacerlas desaparecer.

No hacer ruido

Ten cuidado con las notificaiones. ¿No hay nada más acusador que un aparato sonoro! Las notificaciones de nuevos mensajes de chat no pueden ser visibles, ni audibles. Acaba con el icono en la pantalla de tu teléfono reclamando tu atención. Cuidado con las vibraciones trahicioneras que avisar de la llegada de una foto altamente privada. Configura tus aplicaciones y programas para que sean discretos. Y si es necesario, silencia completamente tus aparatos, hasta que no los cunsultes. Otro truco para los que no pueden evitar consultar su teléfono a oscuras en la cama conyugal: después de asegurarte que tu pareja está durmiendo, reduce la luminosidad de la pantalla para no despertarle y desactiva el sonido de las teclas (de todas manera, si eres un usuario moderno y precavido, ya hará tiempo que lo has hecho).

Poner contraseñas

Quizás es evidente, pero tus cuentas secretas tienen que estar bien protegidas. Tu usuario y contraseña tienen que ser dignos del mejor criptógrafo bielorruso. Mezcla cifras, letras, mayúsculas, minúsculas y signos de puntuación. ¡Nadie puede acceder a tu espacio privado! Idem para el teléfono, que será más seguro con un código pin o similar. Para justificar todo esto, pon como excusa los niños, el riesgo de robo, etc.

Desaparecer

Así como es primordial saber hacer desaparecer una ventana abierta en un abrir y cerrar de ojos con la ayuda de los atajos del teclado, te aconsejamos saber desaparecer para consultar tus emails, tus mensajes, fotos, etc. Para tener un momento de intimidad total durante el cual acceder a tu jardín secreto, aquí tienes algunas pistas: ir al baño, pasear al perro, ir a comprar el pan, esperar en el coche, la siesta o tardar en ir a la cama.

Te proponemos compartir aquí tu testimonio, tus trucos, tu experiencia, e incluso tus errores, para el beneficio de todos 😉