Hoy en día las redes sociales, las apps y la frivolidad, o no, con que se abordan las relaciones «amorosas», hace que todo vaya muuuuy rápido y a veces no veamos metid@s en «berenjenales» que, de haberlo pensado un poquito mejor antes, nos hubiéramos podido ahorrar, así como tiempo, energía y esfuerzos. Y es que intentar tener, y sobre todo empezar, una «relación» requiere esfuerzo e inversión. Algo que hay que analizar bien para ver si de entrada ya va a ser un fiasco. Aquí os damos unos indicios de que mejor no hacer inventos, ya que la cosa no va a valer la pena, para nada:

1.- No hay «flow» en las conversaciones

Es verdad que hablar a través de un chat o mensajes de texto no es lo mejor para conocer a esa persona, ya que también es importante la voz o los gestos. Pero sí podemos obtener pistas de como podría ser una cita «real»:  si solo utiliza  monosílabos, (sí, no, o el rabioso ok), o si te hace las típicas preguntas  («¿estudias o trabajas?») aunque ya lo podría saber por lo que le has ido contando, entonces no pierdas el tiempo. La cita va a ser un tostón en el que tu vas a tener que estar llevando la batuta todo el rato … ¿tan guap@ es?

2.- Concretar una fecha, hora y lugar es un parto.

Por el chat te responde al momento, pero cuando toca concretar la cita o bien “no sabe cuando estará libre”, o tiene un hueco de aquí a dos semanas, o tarda una vida en responder o directamente descarta los planes que le propones. Está claro que, o es verdad que su agenda realmente está así de llena (menudo coñazo va a ser siempre intentar quedar ) o simplemente no tiene suficiente interés como para dedicarte su tiempo de entrada. ¿Te vas a quedar sentad@ esperando? ¡Anda ya!

3. Te cuenta su vida y milagros sin habérselo pedido.

Está bien que os hayáis abierto y os contéis cosas personales, eso quiere decir que se ha generado confianza y os sentís cómodos. Pero si empieza a enviarte largos párrafos sobre las partes más oscuras de su vida o te explica capítulos personales que hubieras preferido no saber, al menos de momento, entonces tu cita no necesita quedar contigo, sino con un psicólogo ¡pies para qué os quiero!

4. Si él insiste demasiado en quedar «ya» en un bar que resulta que está al lado de su casa.

Elegir deliberadamente un lugar que esté cerca de su casa y no en un punto medio para los dos, es tenerlos muy gordos. O es demasiado flojo para esforzarse por una cita (es de los que no sale del barrio), o se lo está montando para luego decirte «mi apartamento queda aquí al lado, ¿te apetece una copa?». Bueno, ¡seguramente sea un mezcla de las dos cosas! En cualquier caso, ¿quieres quedar con un huevón pesado? o peor ¿un control freak que lo tiene todo preparado (a su gusto, claro)?  Cuando una invitación se convierte en una insistencia, y más con estas características ¡agua!

5. Lo que ves en sus redes sociales (o en google) ¡no te gusta ni un pelo!

Como buenos stalkers que somos, antes de quedar con alguien, vamos a facebook, twitter, instagram etc … y buscamos a esa persona que nos gusta tanto. Pero, ¡horror! nos encontramos con fotos de vergüenza ajena o comentarios ridículos … No, no te precipitas en absoluto al juzgarl@ y decidir que¡es una pena, pero paso!

6. Sus mensajes son una peli porno

Y ahí la tenemos, ¡la foto-polla! o unos buenos «melones» apretadetes para marcar más ¡qué clase, sí señor, menudo savoir-faire! A no ser que los dos vayáis de ese rollo, vas a tener que estar esquivando indirectas, o directas, todo el rato porque su objetivo está bien claro, ¿no te parece?

7. Si te dice «quiero dejar claro de entrada que no estoy segur@ de lo que estoy buscando» (esto le gusta decirlo mucho a ellos)

Valoramos tu sinceridad, ¡de verdad! y más si se acaba de pasar por una ruptura o se han tenido malas experiencias, pero no hacía falta decirlo así a bocajarro ¡de verdad también!  Claro, si tu tampoco sabes bien lo que estás buscando, puede funcionar porque ambos vais sin expectativas. Pero ir con el freno de mano ya de entrada y que encima te lo digan sin darte ni la más mínima oportunidad como que no mola …¡nada! O bien estás delante de un/a player o de una cantera como la copa de una pino, ¿de verdad estamos para picar tanta piedra? 

Querid@s míos, si advertís alguna de esta señales, ¡pensadlo bien! Porque ante estas luces rojas, quizás os compense más quedaros en casa y ver esa serie de Netflix que os tiene tan enganchad@s, ¡seguro que eso no os defrauda y todo lo demás que os ahorráis!

También te interesará: blog.gleeden.com/es/las-excusas-anti-revolcon-de-las-mujeres-infieles/