Para él, Para ella, Relatos eróticos

Viernes erótico: «…tan adentro, tan rápido, tan fuerte…»

– Dentro de la tienda de campaña –

Decidimos irnos toda la pandilla de amigos a pasar un fin de semana de acampada, con tiendas de campaña, durmiendo en los sacos tirados en el suelo y pasando frío por la noche… pero lo divertido era estar todos juntos, recordando tiempos pasados y riéndonos de las gamberradas que habíamos hecho todos y cada uno de nosotros.

Una vez montadas las tiendas e instalados todos los trastos que llevábamos, decidimos dar un paseo y disfrutar del paisaje que nos rodeaba.

Nos reíamos por todo, íbamos cogidos de las manos en plan camaradería y cambiando de grupo continuamente para poder hablar con todos. De repente, alguien cogió mi mano y noté una descarga eléctrica que no había notado hasta ese momento con ninguna otra persona del grupo. Al mirar quien era vi que se trataba de Esteban, por el cual me había sentido atraída durante mucho tiempo, pero que al estar saliendo con una de mis amigas, había intentado quitármelo de la cabeza. Ahora, hacía tiempo, habían terminadoesa relación y en ese momento, el roce de nuestras manos despertó gratos sentimientos en mí. No sé si porcasualidad o no, estuvimos prácticamente juntos todo el día y a la hora de repartir las tiendas nos tocó dormir juntos.

Yo estaba nerviosa porque no sabía lo que sentía él por mí, pero a la vez estaba deseando que nos metiéramos en la tienda juntos. Teníamos sacos individuales, pero cuando estábamos dentro Esteban propuso que los abriéramos, un saco lo pusiéramos debajo y el otro encima y juntáramos las cremalleras, así nos daríamos más calor el uno al otro… yo, por supuesto, no puse objeción alguna y nos metimos dentro.

Me di la vuelta dándole la espalda y lo primero que noté fue su polla rozando mi culo, estaba dura, tiesa y palpitando y, dándome la vuelta, caímos el uno en brazos del otro. Su boca buscó la mía y nos besamos intensamente, su lengua delineaba mi labio superior, la respiración de ambos se aceleraba por momentos y con prisas nos desprendimos de la ropa. Su boca bajaba por mi barbilla y la mordisqueaba, seguía camino hacia mi cuello y hasta el pecho donde se detenía para saciar su sed succionando mis pezones hasta ponerlos duros. Su mano acariciaba mi sexo e introducía sus dedos en mi vagina ya resbaladiza por los fluidos quehabía producido en mí con sus caricias.

Sin previo aviso y abriéndome las piernas con sus rodillas, sacó sus dedos y me llenó con su pene metiéndomelo muy adentro lentamente. Comenzó un movimiento acompasado con su pelvis y me besaba a la vez que los dedos que habían estado en mi sexo los metía entre las bocas de ambos para saborear juntos mis flujos. Yo estaba excitadísima y su polla entraba y salía con mucha facilidad, la notaba tan adentro, tan rápido, tan fuerte… estaba a punto de correrme y me dijo que lo estaba notando por los espasmos que le aprisionaban la polla dentro de mí.

Maldiciendo en voz baja, se retiró de mala gana y se puso un preservativo rápidamente para volver al sitio caliente que había abandonado, ese intervalo de tiempo me permitió recuperarme levemente justo antes de volver a notar sus embestidas de nuevo. Mis manos acariciaban su espalda, su nuca, su pelo, su culo… él besándome, chupando mis pechos, mordiendo y succionando mis pezones y su pelvis apretando la mía cada vez más rápido, cuando, sin esperarlo volví a sentir un nuevo orgasmo y avisándole se corrió a la vez que yo, cayendo los dos estremecidos, sudando por la pasión de nuestro encuentro y recuperando el ritmo normalde nuestra respiración.

Tras charlar en voz baja, abrazados y acariciando nuestra piel desnuda, caímos en un sueño reparador, ya noteníamos frío, y tras descansar un poco… continuaríamos más tarde reencontrándonos y redescubriéndonos.

 

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