Mi propósito de año nievo: la infidelidad ética

A falta de una semana para empezar el año 2014, es momento de pensar qué propósitos de año nuevo hacer. Es también el momento en que nos sentimos culpables si no tomamos ninguno, o si lo tomamos solo porque toca. ¿No os resulta pesado este ambiente de hipocresía? Además, ¿no te apetecen auténticos propósitos, es decir propósitos que te harán bien? ¿Y encontrar un amante, un querido, el otro, pero de manera ética, asegurándonos de cuidar a la pareja oficial, no es un bonito propósito?

Para empezar, hay que ser sincero/a consigo mismo/a, ya que para una infidelidad ética, paradójicamente, hay que estar estar seguro/a de nuestro compromiso con la pareja oficial. Con este postulado de base, ya sabemos que no buscamos un/a amante para sustituir el/la oficial, sino simplemente por la embriaguez, la novedad, todos los placeres que hoy te hacen recorrer estas líneas. El otro o la otra, pues tiene vocación de complementar el o la oficial. Vale. ¿Pero que hay del/la amante? Pues si queremos realmente una infidelidad ética, es decir que respeta ambas partes, que estén informadas o no de lo que se trama, es esencial que el/la amante busque algo similar. Porque en estas relaciones, ética rima con equilibrio.

Es muy simple, el/la amante tiene que estar en la misma línea, estar también muy seguro/a con su compromiso con la relación con su pareja oficial.

¿Acaso esto cambia algo? Pues lo cambia todo. Todo, porque con lo que podemos llamar una base sana, podréis llegar a una relación plena, tu y tu amante, sin olvidar qué es: un auténtico bonus, no una alternativa o un intento de encontrar un algo mejor. Y todo porque podréis realmente dejaros llevar con confianza, porque estáis en la misma onda. Cada parte tiene tiene su anclaje amoroso, que le da estabilidad. Ningún riesgo, pues, de tener que lidiar con chantajes del estilo «Déjale, vivamos nuestra vida juntos», o lamentos del tipo «Ya no puedo más de tener que esperarte, de compartirte». Quedan fuera una gran parte de los problemas, ¿no?

Además, si el/la amante también está bien anclado, será obvio que cada uno respetará la vida privada del otro con su familia. Él, o ella, tendrá seguramente tan poco tiempo como tú para vuestros encuentros, sobretodo teniendo en cuenta que habrá que coordinar vuestras dos agendas, pero ambos lo entenderéis. Un segundo motivo para que tu infidelidad sea ética. Por otra parte, vuestros encuentros, más espaciados en el tiempo, serán más sabrosos…

¿Aún dudas? Quizás sea el momento de buscar a tu amante a través de la pantalla, para saber si tu alter ego está conectado. Y no olvides que para tener una base sana, hace falta hablar claramente, ya que no tenéis que jugar al gato y al ratón… al menos en esto.