Aparición en Antena3

La primera conclusión de un sondeo realizado a 3.806 personas infieles es que se es más propenso a tener una aventura por primera vez con una persona conocida. En un 36% de los casos, los infieles cometen su primer desliz con un amigo o amiga. En segundo lugar, es una expareja quien hizo sucumbir por primera vez a casi 3 adúlteros de cada 10. En tercera posición, el o la cómplice de este primer engaño es una persona del trabajo en cerca de 2 casos de cada 10 y en quinta posición resulta ser un vecino.

Un sondeo realizado a 3.806 personas por Gleeden.com, sitio web de encuentros extraconyugales pensado por mujeres, arroja como primera conclusión  que se es más propenso a tener una aventura por primera vez con una persona conocida.

Para esa primera vez, las mujeres parecen ceder a la tentación más bien con una persona de su entorno sobretodo porque le tienen confianza. «Las mujeres sienten la necesidad de comprensión y de afinidad para sentirse preparadas. Para ellas, dar este paso a menudo requiere un recorrido psicológico y personal más importante que para los hombres, más dados a saltar sobre la ocasión», analiza Myriam Zanatta, portavoz de Gleeden.com en España. «Para una mujer, esta decisión es menos mecánica y el contexto resulta muy importante: sienten la necesidad de sentirse deseadas y reconfortadas a la vez», añade Zanatta. En cambio, los hombres parecen hacer su elección según criterios de proximidad personal o geográfica por la facilidad que les supone.

Una vez superada esta primera aventura, repetir la experiencia a menudo resulta más fácil. Y más arriesgado también. Es por eso que el 48% de los sondeados confiesan que después de pasar a la acción por primera vez, su prioridad se centra en la necesidad de discreción y de seguridad. De hecho, el 16% de los adúlteros reconoce haber conocido a su segundo amante por internet antes de pasar dos meses de su primer engaño, y el 21% antes de los 6 meses de empezar su vida infiel. Cuando se juntan el placer y el racionamiento, internet, como eficaz ayudante, permite limitar los riesgos de levantar sospechas de la querida media naranja.

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