El aumento de las temperaturas afecta la libido: ¡está científicamente demostrado! El sol favorece la producción de vitamina D, que aumenta el buen humor. Además, la mayor exposición a la luz solar aumenta la secreción de endorfinas, tanto en hombres como en mujeres. Estos neuropéptidos alivian el estrés, levantan el ánimo y estimulan la respuesta sexual. El buen tiempo es, pues, un generador de emociones positivas, y la mayoría de las mujeres lo notan: el 71% de las sondeadas se consideran más sonrientes y el 68% más energéticas durante este periodo. Buen humor y hormonas en ebullición son los ingredientes del cóctel explosivo que hace que los revolcones sean más intensos durante esta época del año.

Cerca de 8 mujeres de cada 10 afirman que su deseo sexual aumenta con la llegada del sol. De hecho, la actividad sexual da un verdadero salto: el 71% de las mujeres dicen tener relaciones sexuales más a menudo, una de cada dos considera ser más imaginativa sexualmente y el 58% declaran sentirse más predispuestas.

¿Un calendario ideal para los amantes?


 Para alrededor de 7 de cada 10 mujeres, la llegada del calor coincide con las ganas de probar su poder de seducción y de pensar en sí mismas. Sin duda por estas mismas razones, se considera esta época como la más propicia para los encuentros extraconyugales – ¡para el 74% de las sondeadas! Parece ser que se trata del momento ideal para vivir nuevas experiencias carnales y ver su sexualidad avivarse… ¿con alguien más?

La opinión de Carme Sánchez Martín, sexóloga en Barcelona

La co directora del Instituto de Sexología de Barcelona, Carme Sánchez Martín, destaca los efectos del clima en la sexualidad: «En España tenemos unos cambios estacionales importantes. Ahora, tenemos la sensación que el día es más largo, que tenemos más tiempo, aunque el día tenga igual 24 horas. Este realismo mágico hace que mucha gente sienta que puede hacer más cosas, salir más, divertirse más. En resumen, se sienten más positivos y activos.»
Las ganas de pasarlo bien en esta época del año también se relacionan, según explica Sánchez Martín, con el contraste entre el frío invierno y el calor del verano: «A las personas nos gusta el cambio, nos aburre la monotonía. La dualidad invierno-verano, el saber que llega el buen tiempo, mejora los ánimos y tiene efectos muy positivos en la libido. En los países tropicales donde no hay casi cambio estacional, no sienten tan directamente los beneficios del buen tiempo, porque no tienen contraste en el clima».